El injerencismo de Estados Unidos y la reaparición de viejos impulsores del neoliberalismo en respaldo al candidato opositor Carlos Mesa, cobran protagonismo hoy en Bolivia, a pocos días de los comicios generales.
“La semana pasada yo convoqué al encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos. Demostré en documentos cómo este carro de la Embajada de EEUU va a Yungas a ofrecer empedrados, asfaltados, siempre y cuando que no apoyen al Evo”, aseguró este miércoles el presidente, Evo Morales, en entrevista al espacio televisivo Detrás de la verdad, de Life TV.
Morales confirmó que presentó esa queja directamente al Encargado de Negocios de la legación estadounidense, Bruce Williamson, durante una reunión la semana pasada.
En opinión del jefe de Estado, aunque Williamson se mostró sorprendido parece que sabe acerca de este asunto, y al final se comprometió a no meterse en temas electorales.
Sin embargo, el mandatario de origen indígena reflejó sus dudas cuando declaró que ‘ojalá no lo esté haciendo’.
Sobre este asunto, el diario La Razón digital comentó que el gobierno de Morales mantiene una tensa relación con los cocaleros de los Yungas de La paz desde marzo de 2017.
Añadió al respecto que originó ese diferendo la promulgación de la Ley 906 General de la Hoja de Coca, lo cual provocó que la Asociación Departamental de Productores de ese producto (Adepcoca) se apartara del Movimiento al Socialismo, tras lo cual surgió una dirigencia paralela identificada con el partido gobernante.
Los cocaleros opuestos a la normativa 906 rechazan la autorización gubernamental de 14 mil 300 hectáreas de cultivo en el departamento de La paz y hasta siete mil 700 en el Chapare, trópico de Cochabamba.
Una normativa antigua imponía un límite máximo de 12 mil hectáreas de plantaciones cocaleras legales que solo podían cultivarse en Los Yungas.
Respecto a este diferendo, las autoridades bolivianas denunciaron en reiteradas ocasiones que esta disidencia en los Yungas fue alentada por sectores de la oposición en complicidad con la embajada de Estados Unidos.
Desde el punto de vista de la injerencia foránea, el semanario de análisis político La época alertó recientemente sobre la presencia en el departamento de Santa Cruz de un equipo de expertos civiles y militares encabezados por George Eli Birnbaun, consultor político norteamericano, con trabajos realizados en el Senado de Washington.
En su expediente, añade el semanario, constan misiones cumplidas con éxito en más de 15 oportunidades en los cinco continentes, por lo cual llegó a ser jefe de gabinete del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, además de trabajar con Arthur Finkestein, diseñador de estrategias para los republicanos en Estados Unidos.
Paralelamente, a menos de cinco días de los comicios, reaparecieron viejos actores políticos partidarios del neoliberalismo y separatistas, que expresaron públicamente respaldo al aspirante de Comunidad Ciudadana, Mesa.
Igualmente, arremetieron contra la postulación y el posible triunfo de Morales, a quien acusaron de un supuesto fraude sin ningún sustento verificable.
Resaltan entre ellos el expresidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marikovic, quien huyó del país en 2009, acusado de terrorismo, y en la actualidad es investigado por la existencia de 14 empresas pertenecientes a su familia establecidas en paraísos fiscales.
Otro personaje que después de varios años reapareció con el objetivo de influir en las elecciones de este domingo fue el expresidente prófugo Gonzalo Sánchez de Lozada, procesado por la masacre conocida como Octubre Negro, que en 2003 dejó un saldo de 67 muertos y más de 400 heridos en la ciudad de El Alto.
En Estados Unidos, Sánchez de Lozada escribió una carta abierta al Financial Times, en la cual justificó las contradicciones de Mesa sin esclarecer los pagos ilegales que le hizo para que aceptara ser su vicepresidente, y denigró la imagen de Morales.
La publicación gubernamental Cambio, en tanto, opinó hoy en su editorial que esta estrategia neoliberal a favor de Mesa y en contra del Movimiento al Socialismo responde a que después de siete encuestas nacionales los datos muestran como tendencia que el mandatario logrará la reelección en primera vuelta y el MAS obtendrá la mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinancional (Parlamento).