Refugiados, tragedia que rebasa estadísticas

 

Raúl Antonio Capote | Granma

El 20 de junio de cada año, el mundo conmemora el Día Mundial del Refugiado, una fecha en la que se rinde homenaje a las personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares.

A finales de 2023 había 117, 3 millones de personas desplazadas por la fuerza. La Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, estima que se han incrementado en 2024. En abril la cifra ya superaba los 120 millones de personas.

Las estadísticas son alarmantes. A nivel global, una de cada 69 personas –o sea, el 1,5 % de la población mundial– se encuentra en situación de desplazamiento forzado, números que casi duplican los de hace una década (una de cada 125 personas desplazadas).

Según Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, «detrás de estas crudas cifras, que se mantienen al alza, se esconden innumerables tragedias humanas».

Mención principal requiere la situación en Palestina. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) estima que, entre octubre y diciembre de 2023, alrededor de 1,7 millones de personas (más del 75 % de la población) fueron desplazadas por la agresión israelí a la Franja de Gaza. En estos momentos los guarismos llegan a un 87 %.

En ese orden de cosas, la Unrwa ha denunciado, este lunes, que 193 de sus trabajadores han muerto en el enclave palestino desde el inicio de la guerra, la cifra más alta en la historia de la ONU, lo que lo convierte en el lugar más peligroso del mundo para los trabajadores humanitarios, según ha escrito la agencia en un mensaje en x.

Desde que comenzó la guerra, las familias en Gaza se han visto obligadas a huir una y otra vez.

A finales de 2023 había 43,4 millones de personas refugiadas en el mundo. Entre 2021 y 2023, murieron 950 personas cruzando el desierto del Sahara; no obstante, se cree que la cifra real es mucho más alta. En ese mismo periodo, 7 600 personas murieron o desaparecieron en el Mar Mediterráneo.

Al amparo de la noche, desde la costa norte de África, salen las «pateras» cargadas de migrantes rumbo a Europa. El Mediterráneo ha sido durante años la ruta marítima más mortífera para refugiados y migrantes.

¿Cuántas personas que huyen de la guerra intentan llegar a la costa norafricana? ¿Cuántas llegan? ¿Cuántas yacen en el más profundo anonimato en el fondo del mar? No se sabe con exactitud.

Por otro lado, se estima que 9,1 millones de personas fueron desplazadas en Sudán. Se trata de la población desplazada interna de mayor tamaño de la que se tiene registro. Le siguen las poblaciones desplazadas en Siria (7,2 millones) y la República Democrática del Congo (6,7 millones).

Solo en un mundo diferente, más justo y humano, la tragedia de millones de personas forzadas a huir de la tierra que los vio nacer podrá tener fin.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *