Réplicas de un terremoto inducido

Enrique Tarrio es un sujeto de origen cubano, afrodescendiente que, no obstante, se mueve entre las filas de los supremacistas blancos de Estados Unidos, sin importarle que su liderazgo sea considerado “una anomalía”.

 

Raúl Antonio Capote│ Granma

* Ahora se sabe que se conocía con antelación el evento que se preparaba. Quizá no calcularon la dimensión, pero sí se sabía que algo iba a ocurrir.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó una condena de 33 años de prisión para Enrique Tarrio, exdirigente de la milicia neofascista Proud Boys, por su participación en los acontecimientos del Capitolio de Washington, en enero de 2021.

Tarrio es considerado culpable de conspiración sediciosa, uno de los casos más graves relacionados con el asalto al Capitolio. De imponerse, la sentencia será la más larga hasta el momento.

Entre los grupos extremistas que acudieron al asalto del Congreso estaban los Oath Keepers, los Proud Boys, y milicias como Three Percenters y creyentes en QAnon.

El exlíder de los Proud Boys no participó personalmente en los sucesos del edificio legislativo, pero es el blanco principal de lo que se ha convertido en la mayor investigación del Departamento de Justicia de la historia estadounidense.

Los fiscales alegaron que él organizó y dirigió el asalto de los Proud Boys que irrumpieron ese día en la sede del Congreso. Tarrio y los otros sospechosos se integraron en un grupo denominado Ministerio de autodefensa, para impedir la certificación del voto en el colegio electoral.

Los Proud Boys es uno de los grupos de extrema derecha más prominentes de Estados Unidos. Fue fundado en 2016 por Gavin McInnes, un podcaster británico-canadiense con una larga historia en las milicias de la derecha.

La violencia siempre estuvo en el centro de sus actividades, y el grupo es conocido por sus batallas callejeras, por sus vínculos con el Ku Klux Klan, y por las protestas antitransgénero.

Entonces, ¿quién es Enrique Tarrio? ¿A qué se debe su ascenso a la cúspide de los «Muchachos Orgullosos»?

Tarrio es un activista afiliado al Partido Republicano, vinculado con los sectores de la extrema derecha de la Florida. Su liderazgo es considerado una anomalía dentro de los grupos neonazis supremacistas.

El «soldado de Trump», que se presenta a sí mismo como cubano y afrodescendiente, es dueño de una tienda que vende una variedad de artículos relacionados con la extrema derecha, incluyendo camisetas con la frase Pinochet did nothing wrong (Pinochet no hizo nada malo). Nada más y nada menos.

El verdadero poder estadounidense busca acomodar las fracturas de una sociedad en crisis. Las falanges de la derecha encargadas de reprimir y atemorizar a las personas que protestaban contra las políticas que encarnaba Donald Trump, nunca hubieran existido sin el apoyo de ese señorío.

Hoy se sabe que se conocía con antelación el evento que se preparaba. Quizá no calcularon la dimensión, pero sí se sabía que algo iba a ocurrir.

La situación excedió los límites, pero sirvió para mostrar músculo, generar caos y atemorizar al pueblo. Ahora hace falta que las aguas regresen a su cauce, el imperio enfrenta retos impostergables.

Las legiones son diezmadas y el «emperador» caído enfrenta un juicio que lo puede llevar a la cárcel, aunque lo más probable es que no. El mensaje quedó claro para unos y para otro.

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