Cerca de 300 personas fueron detenidas la noche del lunes en diversas manifestaciones en la capital chilena y otras ciudades del país.
El Metro de Santiago dijo que desconocidos atacaron algunas instalaciones, mientras que unas 16 estaciones de la red debieron ser cerradas por disturbios durante la noche.
Por redes sociales se habían convocado a protestas durante el «Superlunes», como se conoce popularmente el primer día de retorno tras el asueto.
«La ciudad funcionó, personas pudieron desarrollar sus actividades pero en la tarde y en la noche hubo violencia pura y dura. Son hechos de violencia que no tienen que ver con las demandas sociales», dijo el ministro Gonzalo Blumel, citado en la cuenta de Twitter del Ministerio de Interior.
En horas de la noche manifestantes instalaron y encendieron barricadas y lanzaron piedras contra la policía.
Las protestas detonadas a mediados de octubre por un alza en el precio del transporte han dejado al menos 31 muertos, miles de detenidos y cuantiosos daños a infraestructura pública y privada.
Blumel señaló que los «eventos graves» han bajado notablemente desde octubre, cuando se registraban unos 100 por día.