Galardonado en su momento como mejor jugador del mundo, el astro italiano recordó momentos duros y explicó su conversión al budismo.
Roberto Baggio, exjugador de fútbol, confesó que tras sufrir una lesión en su pierna, en 1985, pidió a su madre que lo matara. El deportista italiano dio emotivas declaraciones este fin de semana, durante una entrevista, en el marco del Festival del Deporte organizado por La Gazzetta dello Sport en Trento, Italia.
Baggio se rompió en aquel entonces el ligamento cruzado de la rodilla derecha. Sometido a una complicada operación, recibió 200 puntos de sutura internos. «En ese momento le pido a mi madre que me mate. Le dije: ‘mamá, si me quieres, mátame’«, afirmó.
Durante la entrevista, la leyenda del fútbol italiano recordó algunas otras lesiones, como problemas de meniscos o en el tendón de la rodilla derecha, y otra ruptura del ligamento izquierdo que le costó la exclusión del mundial de fútbol en 2002. «Por una vez haré la figura de presuntuoso: merecía ser convocado a esa Copa del Mundo«, señaló.
A partir de estas adversidades, el exfutbolista explicó su conversión al budismo. «Buscaba algo que me hiciera entender que todo dependía de mí. Yo antes culpaba a los demás. Yo era la víctima y los demás eran los responsables de mi sufrimiento. El budismo me ayudó a entender que todo empieza por mí», se explicó.
Baggio obtuvo el Balón de Oro en 1991 y dos años después, en 1993, fue seleccionado por la FIFA como el mejor jugador del mundo. Además, forma parte de varias listas que lo incluyen entre los mejores futbolistas del siglo XX y es el quinto máximo goleador de la selección italiana. Formó filas en reconocidos clubes, como Fiorentina, Juventus, Milan e Inter, entre otros.