Rusia denunció el cinismo de Estados Unidos al anunciar sanciones contra la petrolera venezolana PDVSA y excluir de ese castigo a compañías norteamericanas que operan en la nación suramericana.
Con las restricciones contra PDVSA, que incluyen la congelación de sus cuentas en Venezuela y la suspensión de las compras de crudo, Washington muestra públicamente su intención de imponer un cambio de gobierno, indicó el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Se trata de ir abiertamente a un ilegal cambio de gobierno en Venezuela y, al mismo tiempo, mantener la obtención de ganancias a partir del crudo de ese país, comentó el ministro ruso de Asuntos Exteriores.
Nuestro país de ninguna forma dejará de defender, por todas las vías probables, el respeto al derecho internacional en el caso de Venezuela y reafirma el apoyo a su presidente constitucional Nicolás Maduro, indicó el diplomático.
Rusia, junto a otras naciones responsables de la comunidad internacional, hará todo lo posible para apoyar al legítimo gobierno de Maduro, comentó.
A su vez, China rechazó las nuevas sanciones estadounidenses contra Venezuela, destacó la televisión de ese país. Las sanciones contra PDVSA eliminan la poca confianza que existe en el actual sistema financiero, basado en el dólar, refuerzan la crisis de la sociedad venezolana y con ello se promueven acciones ilegales violentas de la oposición, apuntó.
De su lado, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, también calificó de ilegales las nuevas sanciones unilaterales aplicadas por Washington contra el país suramericano.
Además, Peskov estimó que tales restricciones son un claro ejemplo de la competencia comercial desleal y de un intento de injerencia en los asuntos internos de un estado soberano. Los intereses rusos en Venezuela los vamos a defender con ayuda de todos los instrumentos del derecho internacional a nuestro alcance, apuntó.
Parlatino rechaza intervención extranjera en asuntos de Venezuela
El Parlamento Latinoamericano y del Caribe (Parlatino) rechazó cualquier intento de intervención extranjera, directa o indirecta, en los asuntos internos de Venezuela, en una declaración firmada por su presidente, el diputado panameño Elías Castillo.
Al mismo tiempo, puso a disposición de las partes en conflicto, “toda la capacidad institucional del Parlatino, para lograr la paz social, base del desarrollo integral y sustentable, con progreso, justicia social y en democracia plena, que es el poder y la autoridad del pueblo”, según el texto al que tuvo acceso la prensa.
También instó a iniciar a la mayor brevedad posible un diálogo constructivo que se fundamente en el logro del bien común del pueblo venezolano, en un marco de valores éticos de vigencia universal, por encima de consideraciones ideológicas o partidistas.
La institución regional objetó, además, “todo acto de violencia que atente contra la vida, integridad física y derechos humanos de las personas en dicho país’, y llamó a la comunidad continental para que colaboren con Venezuela a solucionar ‘la crisis económica, social y política interna que la aqueja”.
El documento, rubricado también por el secretario general del Parlatino, el diputado uruguayo Pablo González, mencionó que el organismo actúa en función del Tratado de Institucionalización ratificado por los 23 parlamentos regionales, incluido Venezuela.
En ese acuerdo se consideran principios permanentes e inalterables, defensa de la democracia, no intervención, condena a la amenaza y al uso de la fuerza contra la independencia política y la integridad territorial de los Estados y autodeterminación de los pueblos para elegir el sistema político, económico y social que libremente decidan.
Además, el Tratado contempla la prevalencia de los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados, de conformidad con la Carta de la Organización de las Naciones Unidas.
En su declaración, el Parlatino señaló que su plataforma establece, entre otros, los propósitos de defender la plena vigencia de la libertad, la justicia social, la independencia económica y el ejercicio de la democracia representativa con estricto apego a los principios de no intervención y de libre autodeterminación de los pueblos.
“Velar por el estricto respeto a los derechos humanos fundamentales, y porque no sean afectados en ningún Estado latinoamericano en cualquier forma que menoscabe la dignidad humana”, es otro de los propósitos programáticos del parlamento continental.
También rige en el acuerdo creado por el Parlatino, el “oponerse a la acción imperialista en América Latina, recomendando la adecuada legislación normativa y programática que permita a los pueblos latinoamericanos el pleno ejercicio de su soberanía permanente sobre los recursos naturales y su mejor utilización y conservación”.
La institución tiene entre sus objetivos, además, contribuir a la paz, seguridad y orden jurídico internacionales, luchar ‘por el desarme mundial, denunciando y combatiendo el armamentismo y la agresión de quienes sustenten la política de la fuerza, que son incompatibles con el desarrollo económico, social, cultural y tecnológico a que tienen derecho los pueblos de América Latina.