La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, se refirió a la creación por parte del Departamento de Estado de EEUU del puesto de representante especial para Venezuela. Según la diplomática, el nombramiento es un intento de Washington de tomar el control de la República Bolivariana.
«Es un intento de Washington de ejercer su control directo sobre la situación política en Venezuela, a la cual el establishment estadounidense considera como su futuro vasallo regional. En Irak la democracia ya fue ‘restaurada’, también en Libia, en Siria no pudieron, o más bien no les dejaron. Ahora le toca a Venezuela», escribió la portavoz en su cuenta de Facebook.
El exdiplomático estadounidense Elliott Abrams fue designado por Mike Pompeo para encabezar los esfuerzos del país norteamericano sobre Venezuela en medio de la crisis política. El secretario de Estado señaló que el camino a seguir será impulsado por «las demandas del pueblo venezolano y por cómo podemos ayudar a lograr el resultado que EEUU quiere que logre».
Abrams es un diplomático experimentado que trabajó anteriormente en los Gobiernos de los presidentes Ronald Reagan (1981-1989), George H.W. Bush (1989-1993) y George W. Bush (2001-2009). Tras ser designado, Abrams dijo que EEUU estaba buscando obtener los recursos financieros para que el titular de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora), Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente «encargado» del país caribeño, actúe como mandatario interino.
Moscú toma nota de las declaraciones idénticas de los países europeos sobre Venezuela
La portavoz de la Cancillería rusa María Zajárova comentó las declaraciones de París, Madrid y Berlín sobre la disposición de reconocer como el presidente de Venezuela al titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, si dentro de los próximos ocho días no se anuncian elecciones en Venezuela.
Estas declaraciones fueron hechas por el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, el presidente francés Emmanuel Macron y la portavoz adjunta del Gabinete germano, Martina Fietz.
«Las declaraciones no solo son idénticas, sino hechas al mismo tiempo», escribió Zajárova en su cuenta de Facebook.
Anteriormente el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizó una comparecencia oficial sobre Venezuela para dar un plazo de ocho días al presidente Nicolás Maduro para que convoque elecciones, o reconocerá al líder de la oposición Juan Guaidó como presidente.
«El Gobierno de España da ocho días a Nicolás Maduro para convocar elecciones libres, transparentes y democráticas. Si no ocurre, España reconocerá a Juan Guaidó como presidente de Venezuela encargado de convocar estas elecciones», afirmó el Jefe del ejecutivo español.
Sánchez afirmó que España no busca «poner o quitar Gobiernos» pero «sí quiere democracia y elecciones libres y transparentes en Venezuela».
El presidente español se amparó en que actuó «en todo momento» con «mucha cautela» en este asunto y que está liderando la postura en Europa para que «los 28 fijen una posición común».
Sánchez se mostró preocupado por la situación porque «Venezuela es un país hermano, que vive una gravísima crisis económica y humanitaria con más de tres millones de desplazados».
La posición de Sánchez va en la línea de lo anunciado por el canciller español, Josep Borrell.
«Si se constatara que no existe voluntad del régimen venezolano de acudir a una convocatoria de elecciones nos plantearíamos otras medidas, entre las que se incluye el reconocimiento de presidente interino para que esas elecciones puedan ser convocadas desde la Asamblea Nacional», dijo Borrell.
Asimismo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, comparte la postura de Sánchez sobre Venezuela.
«El pueblo venezolano debe poder decidir libremente su futuro. Sin elecciones anunciadas en 8 días, podríamos reconocer a Guaidó como «Presidente encargado» de Venezuela para implementar dicho proceso político», escribió Macron en su cuenta de la red Twitter en idioma español.