«Rusia continuará ayudando a las autoridades de Venezuela a resolver las dificultades económicas y sociales, incluso mediante la concesión de ayuda humanitaria legítima», dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergéi Lavrov en una conferencia de prensa conjunta con Delcy Rodríguez.
Tras reunirse con la vicepresidenta venezolana, el ministro ruso, dijo que el presidente Vladimir Putin expresó «apoyo y solidaridad para su colega y amigo» Maduro en el enfrentamiento político del país con la oposición, y consideró «inadmisible la politización» de la asistencia y estimó que esta cuestión debía solucionarse «a través de las prácticas internacionales
«Venezuela no necesita una intervención militar. Nuestro continente no necesita una intervención militar, ni de Estados Unidos ni de nadie. Necesitamos paz, estabilidad y tranquilidad», dijo por su parte Rodríguez, quien desveló que había intercambiado con Lavrov «información relevante» sobre una posible intervención estadounidense y aseguró que dichos planes «no son nuevos» y recuerdan a Siria, donde el presidente ruso, Vladímir Putin, evitó el derrocamiento del presidente Bachar al Asad por parte de Washington.
Rodríguez dio las gracias a Putin y al pueblo ruso por su apoyo «al gobierno constitucional y legítimo que preside Nicolás Maduro» y anunció una serie de medidas para reforzar, por orden de Maduro, la «asociación estratégica» con el Kremlin. Dijo que era el «momento oportuno» para ello dada la creciente cooperación con los mayores consorcios rusos, como la petrolera Rosneft y la gasística Gazprom. «Maduro ha instruido que la oficina de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que se encuentra en Lisboa sea trasladada a Moscú. Europa no da garantías de respeto a nuestros activos», dijo por ejemplo Rodríguez, el representante venezolano de mayor rango que visita Rusia desde que el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó presidente, el pasado 23 de enero.