German Gorraiz López
*EEUU intentará instaurar en Afganistán un arco de crisis en las fronteras rusa y china que alteraría significativamente el equilibrio geopolítico en dicha zona.
En el Acuerdo de Doha firmado en febrero del 2020 entre la administración Trump y los talibanes, EEUU aceptaba la premisa de que los talibanes eran una «estructura militar y un movimiento afgano», dando el visto bueno a que tras su retirada de territorio afgano en septiembre del 2021, los talibanes detenten el poder en Afganistán “siempre que una organización terrorista internacional que se oponga a sus intereses no se estacione el país”.
Como consecuencia, la conquista del poder por los talibanes no representaría per se un problema insoluble para la administración Biden, pues seguiría presente por tiempo indeterminado en suelo afgano en el aeropuerto de Kabul, convertida de facto en nueva base operativa de EEUU.
Así, el hundimiento del Ejército afgano provocó la entrada triunfal de los talibanes en Kabul, lo que sirvió de pretexto al presidente Biden para desplegar cinco mil 200 soldados en el aeropuerto de Kabul con el pretexto de “supervisar la evacuación de personal civil y militar estadounidense, así como de colaboradores afganos”. Ello representaría el doble de las tropas estadounidenses presentes en suelo afgano cuando se inició la retirada escalonada de efectivos militares en el mes de mayo.
Al mismo tiempo, una escuadrilla de cazas F-18 procedentes de la base aérea katarí Al Udeid, estarían ejerciendo el control aéreo del área capitalina y sirviendo asimismo de elemento de disuasión de cualquier tentación talibán de conquistar el aeropuerto, y el Pentágono podría aprovechar esta tesitura para instalar una base en suelo afgano desde la que podría condicionar las aspiraciones rusas y chinas de aprovechar el vacío logístico dejado por EEUU en el resto del país afgano.
Por otra parte, Ahmad Masud, hijo del mítico líder muyaidin “León del Panshir” que combatió a los soviéticos y posteriormente contó con las bendiciones de EEUU en su lucha contra los talibanes hasta su asesinato en el 2001, mediante un comunicado publicado en el semanario francés L´Express, hace un llamamiento a la resistencia frente al dominio talibán, teniendo como base de operaciones el valle del Panshir situado a 140 Km de la capital y habitado por población tayiko enfrentados al talibán.
En el mismo comunicado, Masud solicita abiertamente la ayuda militar de EEUU y Europa para mantener ondeada la bandera de la Alianza del Norte, por lo que no sería descartable que EEUU le aprovisione de misiles tierra aire FIM-92 Stinger y de misiles antitanque FGM-148 Javelin así como de drones de combate (UCAV Predator) para evitar la ocupación del valle por los talibanes.
Caso de consumarse la ayuda, EEUU contaría con una vasta zona de operaciones desde la que controlaría las operaciones de los talibanes y dispondría de un corredor seguro hasta la vecina Tayikistán, que aunque en la actualidad es aliada de Rusia, su población es de mayoría tayiko por lo que podría devenir en un Protectorado de EEUU que instauraría un arco de crisis en las fronteras rusa y china que alteraría significativamente el equilibrio geopolítico en dicha zona.