Segundo tiroteo masivo en 24 horas anticipa un «verano violento» en EE.UU.

Tres personas armadas con fusiles de asalto dispararon este domingo indiscriminadamente contra los asistentes a un concierto de rap en Hialeah (EE.UU.) matando a dos e hiriendo a una veintena en el segundo tiroteo masivo en 24 horas en Florida, que arranca de la peor manera un verano que la Policía prevé «violento».

Pasada la medianoche del sábado, los asistentes al concierto en un salón de banquetes de Hialeh, ciudad en el noroeste de Miami cuya población es mayoritariamente latina, que estaban en el exterior del local vieron cómo un vehículo se detuvo y tres personas salieron del automóvil y comenzaron a disparar.

El director de la Policía del condado de Miami-Dade, Alfredo «Freddy» Ramírez, indicó a través de su cuenta de Twitter que se trató de un «acto cobarde y selectivo» de violencia armada.

El agente lamentó que los «asesinos a sangre fría» dispararon «indiscriminadamente contra una multitud» que estaba en el exterior del salón de banquetes El Mula.

«VERANO VIOLENTO»

«Este tipo de ataques deben acabar, todos los fines de semana es lo mismo», dijo Ramírez en rueda de prensa, que insistió en que no se trató de algo «aleatorio».

El oficial dijo que es «descorazonador», pero esta es una «tendencia» que se está viviendo en todo el país y que es previsible un «verano violento».

Precisamente este fin de semana largo por el festivo del Día de los Caídos (Memorial Day), que se celebra este lunes en Estados Unidos, es el inicio oficioso del verano en el país y las autoridades locales habían reforzado las medidas de seguridad en previsión de posibles incidentes, aunque en estas fechas a menudo están provocados por visitantes.

Sin embargo, en este caso parece ser que se trata de locales, pues el local de banquetes de Hialeah, lejos de la zona turística, había sido alquilado para celebrar el lanzamiento de un disco en una fiesta que incluía varias actuaciones de grupos de rap de la zona, indicó el diario Sun Sentinel.

Esta mañana todavía permanecía en el lugar de los hechos una de las víctimas mortales, aparentemente un hombre cuyo cuerpo estaba parcialmente cubierto con una tela amarilla que dejaba ver sus zapatos deportivos de color rojo.

Los dos fallecidos fueron declarados muertos en el lugar, mientras que más de una docena de los heridos se dirigieron a los hospitales por sus propios medios, mientras que ocho más fueron trasladados por equipos médicos.

Medio centenar de personas se reunieron en el hospital Jackson Memorial para saber del estado de salud de sus allegados y, tomados de las manos, formaron un círculo para rezar a las puertas del centro médico.

Angelica Green, madre de uno de los heridos, dijo al canal Local 10 que su hijo los llamó y les dijo que le habían disparado en el estómago y que los sospechosos llegaron «con pasamontañas y sudaderas con capucha, y empezaron a disparar contra la multitud».

SEGUNDO TIROTEO EN 24 HORAS

La Policía investiga quién pudo cometer el ataque y ha pedido la ayuda de la población para resolver el segundo tiroteo masivo al que se enfrentan en 24 horas, después de que en la medianoche del viernes al sábado una persona muriera y otras seis resultaran heridas en un incidente ocurrido en el turístico barrio miamense de Wynwood.

El empresario y presentador de televisión Marcus Lemonis ofreció una recompensa de 100.000 dólares para quien ayude a las autoridades en su ciudad natal a arrestar a los sospechosos del tiroteo de esta madrugada.

Al igual que en el caso de Hialeah, la Policía ha pedido ayuda y sigue la pista al vehículo usado en el ataque de Wynwood, donde miles de personas se reúnen todos los fines de semana para disfrutar de las populares galerías de arte y restaurantes.

Un policía local describió el escenario del tiroteo como una «zona de guerra», según recogió el diario Miami Herald, mientras que un testigo aseguró que oyó cerca de 60 disparos y vio a la gente huyendo despavorida.

CADA VEZ MÁS ARMAS

Este domingo, The New York Times publicó este domingo datos preliminares de un estudio que asegura que la venta de armas de fuego en Estados Unidos, que se disparó el pasado año a raíz del inicio de la pandemia del coronavirus, continúa creciendo, con una quinta parte de las compras a cargo de personas que se estrenan como propietarios.

Las cifras, recopiladas por la Northeastern University y un centro de investigación de Harvard, señalan que cada vez hay más armas en circulación, pero también más y más personas armadas.

Si el pasado 23 de mayo tres personas murieron en un ataque en un bar en Youngstown, en el estado de Ohio, tres días más tarde otro tiroteo masivo dejó un saldo de nueve fallecidos en San José (California), en una espiral de violencia que se viene registrando en EE.UU. desde que comenzaron a levantarse las restricciones por la pandemia.

El jefe de Policía de Miami, Art Acevedo, aseguró hoy en Twitter que los ataques con armas es una «epidemia de salud pública» en el país y que la sociedad debe movilizarse para que no empeore la situación.

Para evitarlo, apostó por endurecer las penas a las personas que portan y usan armas cuando tienen prohibido hacerlo, porque, en su opinión, estos «cobardes» no le «temen a la muerte, pero sí a las largas penas de cárcel».

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