Azahalea Solis y su pareja, Sofía Montenegro, además de ser activistas obsesivas del movimiento lésbico, siempre elaboran proyectos que les genera réditos económicos porque todas sus actividades van encaminadas hacia la búsqueda de financiamiento en el exterior a costa de la reivindicación de las mujeres en Nicaragua.
Tenemos un correo que desnuda a estas señoras en toda su dimensión. Se trata de una consulta técnica y económica sobre el Movimiento Juvenil Nicaraguita, MJN, en donde insisten que éste debe de llevar una política institucional de género para su aplicación en un plan de acción futuro.
En el correo se les pide detallar todos los costos, incluyendo las traducciones -que cobra Sofía Montenegro a 0.08 centavos la palabra- . Llama la atención que en Nicaragua existe una Procuraduría Especial de la Diversidad Sexual, pero que Azahalea y Sofía la han ignorado. Han querido hacer tienda aparte en busca de sus propios beneficios económicos.
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