Con el conveniente ‘suicidio’ del pedófilo consuetudinario Jeffrey Epstein, los reflectores se enfocan en sus proxenetas, donde destaca su exnovia Ghislaine Maxwell, hija del magnate de medios británicos Robert Maxwell. Existe abundante literatura que implican a Epstein, a Robert Maxwell y a su hija Ghislaine como operadores del Mossad.
El extraño suicidio del multimillonario Jeffrey Epstein beneficia a tirios y troyanos del Olimpo de EEUU: desde la Casa Real Británica, pasando por el expresidente Demócrata Bill Clinton, hasta el presidente de EEUU, Donald Trump.
El sui generis sistema político de EEUU y su erótica democracia coloca un enigma más a la serie de asesinatos de políticos y empresarios de más alto nivel, como el asesinato del expresidente Kennedy, que hasta ahora no ha sido esclarecido en forma fehaciente.
Dados tan macabros antecedentes periciales criminalísticos, se pudiera proyectar y/o extrapolar que el suicidio del pedófilo Epstein, de 66 años de edad, quedará sin ser resuelto.
Ante una opinión pública atónita en estado de choque, la mira se centrará ahora en la banda de reclutadoras, curiosamente todas mujeres, que conformaron una red de tráfico sexual de menores, según la agencia estadounidense Associated Press (AP), con presuntos vínculos con la CIA.
The Times of Israel reporta la extensa nota de AP, donde el polémico fiscal general William Barr, cuestionado por tantas fallas en la vigilancia carcelaria de Epstein, advirtió que «cualquier coconspirador no debe quedarse tranquilo», porque «las víctimas merecen justicia y la obtendrán».
AP revisó centenas de páginas de los reportes policiacos, récords del FBI y documentos de la Corte que exhiben al grupo de empleadas del pedófilo Epstein que le arreglaban sus masajes «realizados por menores de edad» que desembocaban en sus orgías, donde resalta la icónica figura de su exnovia (y luego proxeneta) Ghislaine Maxwell, además de las reclutadoras Sarah Kellen, Leslie Groff y la masajista Haley Robson, quien se especializaba en buscar menores de edad del «área rural afuera de Palm Beach, porque serían menos proclives a presentar demandas». !Qué crueldad!
La masajista Robson llegó a compararse con Heidi Fleiss, conocida como la Madame de Hollywood.
Según New York Post, Epstein y su exnovia Ghislaine Maxwell procuraban esclavizar sexualmente a las menores reclutadas, muchas de las cuales provenían de Europa del Este.
Horas antes del suicidio de Epstein, fueron desenterrados 2.000 documentos en una demanda contra su exnovia y luego proxeneta Ghislaine Maxwell: connotada socialité de los altos círculos del Reino Unido, Nueva York e Israel.
Ghislaine Maxwell, de 57 años de edad, nació en las afueras de París, fue educada en la Universidad de Oxford, y es la hija menor y consentida del magnate de los medios británicos Robert Maxwell, de origen checo, quien nombró en su honor a su lujoso yate Lady Ghislaine.
El cuerpo del magnate periodístico Robert Maxwell fue hallado flotando en el mar cerca de su lujoso yate, que apareció frente a las islas Canarias de España hace un poco más de 27 años.
Su hija Ghislaine está convencida de que su padre, quien había hurtado alrededor de 200 millones de dólares de los fondos de pensiones de su Mirror Group Newspapers, fue asesinado.
A propósito, Robert Maxwell fue enterrado como héroe nacional en Israel.
El consagrado periodista estadounidense Seymour Hersh, galardonado con el premio Pulitzer, develó en su incandescente libro La opción Samsón: Israel, EEUU y la bomba la posesión de armas nucleares clandestinas por parte de Israel, y señaló que Robert Maxwell era un vulgar espía del Mossad, lo cual le valió un juicio. El juicio feneció con el querellante.
El impoluto israelí-estadounidense, Seymour Hersh, basó sus asertos en las confidencias del espía israelí Ari Ben Menashe.
Gordon Thomas y Martin Dillon, los biógrafos de Robert Maxwell —por cierto, íntimo de Henry Kissinger— en el libro Robert Maxwell, Superespía de Israel: la Vida y Asesinato de un Magnate de los Medios comentan que «Maxwell usó el poder de todos sus medios para atacar a los enemigos de Israel».
Ante la Corte, Juan Alessi, a cargo de la gerencia de la residencia de Epstein, confesó que, durante un periodo de 10 años, Ghislaine Maxwell llevó a más de 100 menores que operaban como «terapistas de masajes», ayudadas con «vibradores y juegos de sexo».
Otro director de la residencia de Epstein, Alfredo Rodriguez, quien llevaba la «bitácora negra» de los visitantes, murió misteriosamente.
Según el occiso Rodriguez, una menor «esclava sexual» fue obligada por Epstein y Ghislaine Maxwell a tener relaciones eróticas con el príncipe Andrew de la Casa Real Británica y con el profesor de Leyes de Harvard, Alan Dershowitz.
Sin tapujos, el connotado investigador Wayne Madsen, anterior espía de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), alega que «los más altos escalones de la estructura política y del espionaje de Israel forman parte prominente del círculo de asociados y amigos de Epstein».
Wayne Madsen arguye que el uso de chantaje sexual por las agencias de espionaje son operaciones muy añejas, pero que el uso de menores en los casos de trampas de miel son prácticamente exclusividad del Mossad.
El pedófilo Epstein manejó el portafolio financiero de Leslie Wexner, cuya Fundación Wexner otorgó generosos donativos a organizaciones israelíes, que incluyen becas para funcionarios del Gobierno de Israel con el fin de obtener títulos de posgrado en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard. ¡Vaya enseñanzas universitarias psicalípticas de postgrado!
Wayne Madsen expone los vínculos de Epstein con el Mossad, agencia de espionaje israelí, así como sus frecuentes periplos en Francia y México.
Después del suicidio de Epstein, quien fue apresado por el FBI en el aeropuerto de Nueva York a su regreso de un viaje de 3 semanas a París —tenía una casa en el riquísimo Distrito 18 de París—, empieza a permear su French Connection con el francés Jean-Luc Brunel, hoy con más de 70 años, quien dirigió una agencia de modelos y quien «había sido un engranaje esencial en el sistema establecido por Jeffrey Epstein, actuando como proveedor de adolescentes al millonario estadounidense».
Los secretarios de Estado, Marlène Schiappa (Igualdad de Género) y Adrien Taquet (Protección de la Infancia), solicitaron la apertura de una investigación para esclarecer los vínculos de Epstein en Francia.
Las metástasis de esclavismo sexual de menores aún no han sido indagadas en México, donde el pedófilo Epstein era un viajero frecuente en su avión privado Lolita Express.
Recientemente, indagué si existen traslapes entre la pedofilia trasnacional de Epstein con los fétidos escándalos del albergue de huérfanos Mama Rosa, tenazmente defendida por Letras Libres de Televisa, así como con la secta sexual esclavista de NXIVM, donde brotan los vástagos de tres expresidentes de México (Salinas, De la Madrid y Fox) y la connotada regiomontana Rosa Laura Junco.
Según The Washington Post, Ghislaine Maxwell no ha podido ser localizada después que empezaron a surgir las graves imputaciones en su contra por proxenetismo de menores esclavizadas sexualmente. Ghislaine vive hoy escondida en las afueras de Boston con su galán 14 años menor que ella. ¿Llegará la controvertida justicia de EEUU a capturarla en las afueras de Bostón?
Esperemos que no aparezca también suicidada por portar consigo los secretos de las alcobas del Olimpo en Reino Unido/Nueva York/Israel.
Fuente: Sputnik.