Osvaldo Rodríguez Martínez | Prensa Latina
Panamá.- La capital panameña amaneció hoy en una tensa calma tras los violentos enfrentamientos de anoche entre cientos de manifestantes y la Policía, que dejaron un número indeterminado de detenidos, mientras el Gobierno hizo silencio hasta el momento.
Al carecer de un reporte oficial, en redes sociales circuló una lista de al menos 47 apresados, algunos de ellos denunciaron abusos de los uniformados en videos filmados antes de que los condujeran a estaciones policiales del centro citadino, según se pudo constatar por la presencia de autoridades universitarias.
Entre los detenidos está el exprecandidato presidencial en las primarias del Frente Amplio por la Democracia, Richard Morales, quien el domingo anterior dijo en un programa televisivo que difícilmente surgirá la solución del seno de las instituciones inmersas en la crisis política y abogó por una Constituyente Originaria.
El rector de la Universidad de Panamá (UP), Eduardo Flores, acompañado de otros funcionarios de la casa de estudios, se presentó en uno de los cuarteles para conocer sobre nueve estudiantes, e informaron a la prensa que les imputaron cargos de desorden público y daño a la propiedad social.
En la cuarta jornada consecutiva de protestas, encabezadas por jóvenes de la UP, se unieron diversos sectores populares, quienes respondieron al llamado del recién creado Frente Nacional Pro-Asamblea Constituyente para rechazar las reformas a la Carta Magna, que a toda carrera aprobaron los diputados en la sesión de ayer.
Al llegar pacíficamente la marcha ante las puertas cerradas del Palacio Legislativo, un grupo de jóvenes escaló la verja de hierro, pero fueron recibidos con proyectiles de gas irritante disparados por efectivos antimotines apostados dentro de la instalación, como sucedió en días anteriores.
Los manifestantes respondieron con una lluvia de piedras y botellas de cristal en una batalla campal que se extendió a la concurrida Plaza 5 de Mayo, anexa al Parlamento, en la cual cerraron importantes arterias vehiculares y causaron un caos en el tráfico hasta la llegada de refuerzos policiales.
Posteriormente se trasladaron a la sede del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD) y a gritos contra los miembros de la agrupación rompieron la puerta de cristal de la entrada y del pasillo interior, aunque la presencia inmediata del secretario general de la organización, Pedro Miguel González, calmó un tanto los ánimos.
Tras los sucesos, González dijo a la prensa que las declaraciones homofóbicas de un diputado de la bancada oficialista pudo convertir al partido en blanco de las protestas, pero que ellos rechazaron tales comentarios del legislador, ‘que no corresponden al Partido de Omar Torrijos, que es progresista, incluyente y tolerante’.
Cuando la noche caía, los jóvenes se dirigieron a la cercana Cinta Costera, al borde del litoral, donde cerraron la vía con sus cuerpos hasta que un numeroso contingente de antimotines los obligó a huir, no sin antes capturar a varios de ellos que pudieron mostrar la persecución y los excesos de los policías en videos hechos con celulares.
Denuncias de algunos medios dieron fe gráfica que entre los uniformados había varios con el rostro cubierto por pasamontañas, no portaban los medios antimotines, pero apuntaban a civiles con armas de fuego desenfundadas y los reducían a la obediencia.
En demostración de que la ‘violencia engendra violencia’, tras la represión de ayer, nuevamente esta tarde varios de los participantes llamaron a retomar las protestas y entre ellos figuran los sindicalistas del mayor gremio de la construcción.