* Según el obituario de The Washington Post, Stephen Zabielski falleció el 15 de mayo mientras participaba en los combates contra Rusia.
El ciudadano estadounidense Stephen Zabielski, de 52 años, contratado como mercenario para combatir por las Fuerzas de Defensa de Ucrania, falleció durante los combates reportó el lunes The Washington Post con referencia a un obituario publicado por su familia y una fuente del Departamento de Estado de EEUU.
Según el obituario, Zabielski murió el 15 de mayo, dejando a su esposa, cinco hijastros y siete hermanos. El hombre, que trabajaba en la construcción, era de Nueva York y vivió allí la mayor parte de su vida antes de trasladarse a Florida en los últimos años.
Por su parte, un funcionario estadounidense confirmó la muerte de Zabielski e indicó que el Departamento de Estado de EEUU está en contacto con la familia y le ha proporcionado «toda la asistencia consular posible». Sin embargo, el informante se negó a proporcionar más detalles sobre el caso «por respeto a la familia en este difícil momento».
Previamente, Rolling Stone escribió, remitiéndose a varias personas familiarizadas con el asunto, que Zabielski era un veterano del Ejército estadounidense y murió por una mina terrestre. Se trata del segundo ciudadano estadounidense fallecido en los combates en Ucrania. A finales de abril, medios reportaron la muerte de Willy Joseph Cancel, de 22 años.
Recientemente, también se supo que los mercenarios estadounidenses Andy Huynh y Alexander Drueke fueron capturados cerca de la ciudad de Járkov. En este contexto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia no puede garantizar que ambos no sean sentenciados a pena de muerte.
«Esto [la condena] dependerá de la investigación», señaló el vocero, agregando que Huynh y Drueke estuvieron involucrados en «actividades ilegales en territorio ucraniano», dispararon contra los militares rusos, amenazando sus vidas, por lo que tienen que ser responsabilizados.
Capturados
Los dos mercenarios estadounidenses, que viajaron a Ucrania para combatir del lado de Kiev, han explicado cómo se entregaron a las fuerzas rusas tras ser rebasados en combate, y hablaron sobre la corrupción y desorganización en las filas ucranianas.
Alexander Drueke y Andy Huynh hablaron con RT en un centro de detención, un día después de que The Telegraph informara que habían sido tomados como prisioneros. El medio británico los describió como los primeros ciudadanos estadounidenses capturados mientras luchaban por Ucrania.
Drueke, de 39 años, y Huynh, de 27, fueron apresados mientras estaban en una misión de reconocimiento y fueron ordenados a cubrir la retirada de unas tropas ucranianas cerca de Járkov. Huynh cree que su unidad se encontraba bajo el mando del SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania).
«Entramos en combate con las tropas rusas, los ucranianos se estaban retirando y nos pidieron que cubriéramos su retirada. Cuando estábamos cubriéndolos, las fuerzas rusas rebasaron nuestra posición y tuvimos que retirarnos completamente», detalló Huynh, para quien era su primer día en combate.
Los dos mercenarios esperaron cerca de 3 horas en un hoyo de tiro solo para asegurarse de que el camino estuviera despejado. Posteriormente terminaron caminando hacia un bosque durante unas 5 horas. Según Drueke, tomaron «un giro equivocado o un paso en falso» y llegaron a un pueblo. «Se nos acercó una patrulla rusa e inmediatamente nos rendimos», reveló.
Drueke, oriundo de Tuscaloosa, Alabama, sirvió en Irak como sargento primero del Ejército estadounidense tras los atentados del 11-S. Huynh, por su parte, es originario de California y sirvió cuatro años en los Marines, aunque no tenía experiencia previa en combate. Antes de viajar a Ucrania como mercenario estudiaba robótica en la universidad.
Corrupción y desorganización en las filas
Uno de los mercenarios relató que partió inicialmente hacia Ucrania sin un plan claro. Viajó a Polonia con la intención de hacer trabajo humanitario, sin embargo, llevó su equipo militar consigo. Dijo que, aunque desconfiaba de la cobertura informativa estadounidense, creía que la lucha de Ucrania se estaba retratando de una manera que «atraería a los veteranos como yo», señaló Drueke.
«Para ser honesto, antes de febrero de este año ni siquiera podía decir dónde estaba Ucrania en el mapa, no estábamos recibiendo esas noticias (sobre el conflicto en Donbass)», confesó.
Huynh, por su parte, destacó que había viajado a Ucrania en abril y se puso en contacto con un sacerdote polaco que supervisaba la ayuda humanitaria, pero pronto hizo contactos con la “Legión Internacional” de Ucrania.
Según él, inicialmente fue a Ucrania porque vio bastantes noticias de medios occidentales donde decían que las tropas rusas estaban «matando indiscriminadamente civiles», sin embargo, ahora cree que son «propaganda», ya que durante todo su recorrido asegura no haber visto nada de eso.
Tras incorporarse a la legión, Huynh la abandonó poco después, alegando corrupción y desorganización en las filas. «Los comandantes eran muy corruptos y las tropas estaban muy mal preparadas y abastecidas», indicó.
«Al ver la propaganda de Occidente, se dice lo glorioso que es todo Ucrania, y cuando vine aquí vi lo poco cierto que era y los medios de comunicación no están cubriendo esa parte», comentó Huynh a RT. «Los ucranianos dicen que son los mejores, pero he visto mucha corrupción, están mal preparados y mal equipados», agregó.
Ambos estadounidenses recorrieron el país en busca de un grupo más competente al que unirse, antes de acabar en la llamada “unidad Baguette” en el este de Ucrania, una unidad mercenaria extranjera formada principalmente por franceses.
El destino final para los mercenarios
Drueke terminó su entrevista con una advertencia: «Compañeros veteranos como yo que estén pensando en venir: no lo hagan», comentó. «Piensa muy bien por qué lo haces y qué puede pasar, y si esta es realmente tu lucha», dijo. «Si consigo salir de esta situación, tengo muchas cosas en las que pensar», añadió.
Los dos mercenarios se unieron a un creciente número de mercenarios internacionales que respondieron al llamado de Kiev y que fueron capturados en combate, entre los que se encuentran los británicos Aiden Asli, Shaun Pinner y Andrew Hill.
La semana pasada, Aslin y Pinner, junto con el marroquí Saadun Braguim, fueron condenados a pena de muerte por el Tribunal Supremo de la República Popular de Donetsk. Los imputados se declararon culpables de actos dirigidos a la toma del poder por la fuerza, lo que estipula la pena capital. Aslin también se declaró culpable de entrenamiento con fines de actividad terrorista.