José Bermúdez │ TelesurTv
El Tratado de Libre Comercio entre la República Popular China y la República de Nicaragua es un acuerdo comercial de última generación, cuyo objetivo es el beneficio mutuo de ambos países y pueblos.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República de Nicaragua en el año 2021, ha sido una de las principales decisiones estratégicas que nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, con el liderazgo del comandante Daniel Ortega y de la compañera Rosario Murillo, ha adoptado en los últimos años. Debemos agradecer al presidente Xi Jinping por este nuevo impulso a las relaciones bilaterales entre China y Nicaragua.
Esta renovada relación dirigida por el Partido Comunista de China (PCCh) y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), tiene como resultado una creciente cooperación que cada día se va enriqueciendo, creando espacios para una amplia gama de sectores y temas en los ámbitos político, económico, social y cultural.
Es así como nace el Tratado de Libre Comercio entre la República Popular China y la República de Nicaragua, un acuerdo comercial de última generación, cuyo objetivo es el beneficio mutuo de ambos países y pueblos.
Nicaragua es un país pequeño, de economía abierta, con una macroeconomía estable y con grandes oportunidades para la inversión y el comercio; con más de 12 acuerdos comerciales y de integración económica vigentes, que abarcan más de 50 países del mundo y 1,400 millones de consumidores.
Su posición privilegiada en el centro del continente americano, facilita su comercio preferencial y no preferencial con diferentes países del mundo. Nicaragua, en el año 2022, exportó al mundo 7,359 millones de dólares e importó 11,246 millones de dólares. El comercio bilateral con China en ese año fue de 39 millones de dólares en exportaciones y de 1,391 millones de dólares en importaciones.
Es decir, China sin TLC, ya es nuestro tercer proveedor de bienes intermedios, bienes de capital y bienes de consumo. Por lo que uno de los principales retos de China con el TLC, será convertirse en el principal proveedor de materias primas, bienes intermedios, bienes de capital y bienes de consumo que nuestro país no produce.
Con el TLC, que entrará en vigor en enero de 2024, también esperamos que las exportaciones de Nicaragua se dinamicen debido a que el 91 por ciento de lo que actualmente exportamos al mundo podrá entrar al mercado chino con preferencias arancelarias, el 71 por ciento de esas mercancías lo hará de forma inmediata a la entrada en vigencia del TLC, con 0 por ciento de arancel y el restante 24.3 de bienes (sin incluir las exclusiones – 4.7 por ciento) desgravará su arancel entre 5 y 15 años, en donde también hay bienes que nuestro país produce competitivamente y pueden ser exportados a China.
Nicaragua espera alcanzar niveles de exportación importantes, para que con el tiempo disminuya de forma considerable el déficit comercial bilateral. Otro de los retos para Nicaragua en este Acuerdo es poder incrementar de manera notable los flujos de inversión desde China. Esperamos que los inversores chinos puedan aprovechar las grandes oportunidades que se han abierto con el TLC en sectores tales como la agroindustria, industria, pesca y acuicultura, turismo, construcción, telecomunicaciones, energía, sector financiero, zonas francas y servicios logísticos, entre otros.
Además, confiamos en que los inversores chinos vean a Nicaragua como una plataforma que les permitirá aprovechar el comercio preferencial que ya tiene a través de su red de acuerdos comerciales que abarcan más de 1,400 millones de consumidores.
Una muestra de los bienes que Nicaragua podrá exportar a China con preferencias arancelarias, es la siguiente: carne de bovino y sus despojos, textiles, arneses automotrices, pescados, camarones, langostas, pepinos de mar, maní, ron, cervezas, vacunas, cueros, madera, filetes de pescado, cueros, calzado de cuero, caracoles de mar, plátanos, bananos, cacao en grano, metales preciosos, productos lácteos, tomates, papas, coles, lechugas, yuca, aceite de ajonjolí, entre otros productos.
Por su lado, China podrá exportar a Nicaragua con preferencias arancelarias, lo siguiente: fertilizantes, insecticidas, productos plásticos, productos químicos, celulares, computadores, circuitos integrados, acumuladores eléctricos, paneles fotovoltaicos, televisores, aparatos para alumbrado, consolas de videojuegos, hortalizas secas, ceras vegetales, mármol, granito, medicamentos de uso veterinario, raticidas, herbicidas, pinturas, barnices, perfumes, cueros procesados, bambú, cables, muslos y piernas de pollo congelado, enlatados, sopas deshidratadas, maquillaje y preparaciones de tocador, vehículos, llantas, maquinarias y equipos, entre otros.
El TLC entre China y Nicaragua es un instrumento, que bien aprovechado por los Partidos, Gobiernos y los empresarios de ambos países, se puede convertir en un instrumento de desarrollo sostenible en el mediano y largo plazo.
China para Nicaragua es un socio estratégico de vital importancia desde el punto de vista político y económico, con el cual se pueden elaborar planes de desarrollo de mediano y largo plazo dirigidos a la erradicación de la pobreza, el incremento de la cooperación científico-técnica, el desarrollo compartido y la construcción de un mundo multipolar estable y de paz. El TLC entre China y Nicaragua es un ejemplo concreto del acercamiento que China viene impulsando con Centroamérica y América del Sur.
La cooperación, el respecto a la soberanía de los Estados, la visión del desarrollo compartido y proyectos de gran envergadura como la Nueva Ruta de la Seda, son elementos atractivos para países como los nuestros, pues en esencia, transmiten confiabilidad e impulsan el desarrollo sobre una base de igualdad, respeto y beneficios mutuos, es decir, todo lo que hemos estado buscando durante decenas de años y que convierte a China en nuestro gran hermano, compañero y socio confiable.
¡Viva la hermandad entre China y Nicaragua!