Hanoi, la capital de Vietnam, recibe bajo estrictas medidas de seguridad al líder norcoreano Kim Jong-un y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para la segunda cumbre entre ambos mandatarios después de la celebrada en Singapur en 2018.
La «ciudad de la paz». Así ha sido llamada Hanoi, la capital de Vietnam, en el continente asiático, que será sede de la segunda cumbre entre Kim Jong-un y Donald Trump entre el 27 y 28 de febrero de 2019, tras el primer encuentro sostenido por ambos mandatarios el 12 de junio de 2018 en Singapur.
Los controles de seguridad se notan desde hace días, en especial en las calles más céntricas, con militares y policías patrullando de forma constante y con un contingente de miles de agentes esperando a ser desplegado durante la cita.
Las calles y avenidas que conectan con el aeropuerto llevan días adornadas con miles de flores, banderas de Corea del Norte, Vietnam y Estados Unidos sujetas a la imagen de un apretón de manos y pancartas con los lemas «Hanoi, la ciudad de la paz» y «Asociación por una paz duradera».
Kim llegó en la mañana del martes 26 de febrero a Hanoi rodeado de un enorme dispositivo de seguridad. El líder norcoreano viajó en un tren blindado desde Pyongyang, la capital de su país, cruzó China y se detuvo en la estación de Dong Dang, donde se subió a un automóvil para desplazarse hasta el escenario de la cumbre.
El acceso a la estación se restringió y la comitiva que lo recibió constaba principalmente de funcionarios norcoreanos, como su jefe de gabinete, Kim Chang-son, y el jefe de las conversaciones preparatorias con EE. UU., Kim Hyo-chol, según contó a la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El mariscal norcoreano, vestido con el uniforme Mao de color negro, lució sonriente y saludó desde la distancia al grupo congregado en el andén antes de subirse al automóvil que lo transportó a la capital vietnamita.
Se espera que esta segunda cita con Trump sirva para dar un impulso al proceso de desnuclearización del régimen que ambos trataron en su primera cumbre de Singapur y que apenas ha avanzado por la falta de una hoja de ruta.
Más allá de la importancia de la cumbre, la llegada de Kim ha despertado además grandes expectativas en Vietnam, pues se trata de la primera visita de un líder norcoreano desde la unificación del país en 1975.
Vietnam, país recordado por la cruenta guerra que vivió entre 1955 y 1975, en la que Estados Unidos fue protagonista desde mediados de los años sesenta, vuelve a ser centro de la atención del mundo por esta cumbre entre el lider norcoreano y el presidente de Estados Unidos.
De enemigos a amigos: la relación entre Donald Trump y Kim Jong-un
En principio, cuando Trump llegó a la Casa Blanca fueron antagonistas y su enfrentamiento diplomático hizo pensar a muchos en una posible guerra nuclear. Sin embargo, la tensa relación que vivieron en 2017, se apaciguó a comienzos de 2018 y pronto llegó una invitación mutua para reunirse y arreglar sus diferencias.
El esperado encuentro se dio en Singapur y fue tan positivo que Trump llegó a decir que se había «enamorado» de Kim y ambos estuvieron reunidos en privado durante 38 minutos. Ambos firmaron un acuerdo en el que se comprometieron a «trabajar para completar la desnuclearización de la península coreana».
Además de restablecer las relaciones entre los países y trabajar para la desnuclearización en la península coreana, Kim prometió enviar a casa los restos de estadounidenses muertos en la Guerra de Corea de la década de 1950.
«Acabo de aterrizar, tras un viaje largo, pero todos pueden sentirse mucho más seguros que el día en que asumí el cargo», escribió Trump en Twitter cuando regresó a Washington D. C. desde Singapur. «Ya no existe una amenaza nuclear de Corea del Norte», afirmó el mandatario, que en su último trino sobre su segundo encuentro con Kim señaló que esperaba que fuera una «cumbre muy productiva».
Trump se ha mantenido positivo sobre el potencial de Corea del Norte para la desnuclearización. Se espera que en la segunda cumbre se basen en ese acuerdo y sigan trabajando en ese fin.