El multimillonario neoyorquino parece haber frenado la caída libre que durante las últimas semanas venían reflejando las encuestas, a la luz de varias polémicas xenófobas y un consiguiente enfriamiento del apoyo del Partido Republicano.
Un nuevo sondeo electoral publicado ayer en Estados Unidos refleja que los virtuales candidatos a la Casa Blanca del Partido Demócrata, Hillary Clinton, y el Republicano, Donald Trump, están casi empatados.
Según la encuesta, elaborada por la Universidad Quinnipiac (Connecticut) entre el 21 al 27 de junio entre 1.610 votantes registrados, Clinton logró un apoyo del 42 por ciento, frente al 40 por ciento de Trump, diferencia dentro del margen de error. El resultado supone un retroceso de dos puntos de la ex secretaria de Estado respecto a un estudio similar del pasado 1 de junio, que le daba un 45 por ciento de respaldo, toda vez que el polémico magnate recibía un 41 por ciento.
El multimillonario neoyorquino parece haber frenado la caída libre que durante las últimas semanas venían reflejando las encuestas, a la luz de varias polémicas xenófobas y un consiguiente enfriamiento del apoyo institucional del Partido Republicano. El margen de dos puntos de ventaja de Clinton en el sondeo divulgado se mantiene si se toma en cuenta a los candidatos del Partido Libertario, Gary Johnson, y el Partido Verde, Jill Stein. En ese escenario, Clinton consigue el 39 por ciento, seguida de Trump (37 por ciento), Johnson (8 por ciento) y Stein (4 por ciento).
La encuesta, que tiene un margen de error del 2,4 por ciento, también revela la insatisfacción de los electores con el ambiente que rodea a la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre. Así, el 61 por ciento de los entrevistados cree que se ha incrementado el nivel de odio y prejuicio en Estados Unidos, mientras el 34 por ciento no percibe ningún impacto. Entre los encuestados que notan un aumento del odio y el prejuicio, el 67 por ciento culpa de esa circunstancia a la campaña de Trump y el 16 por ciento lo atribuye a Clinton.
El estudio demoscópico de la Universidad Quinnipiac constata, al igual que otros sondeos recientes, la impopularidad tanto del empresario como de la ex primera dama. El 58 por ciento considera que Trump no sería un buen presidente y el 53 por ciento opina lo mismo de Clinton. “Aquí es donde estamos. Los votantes se ven en medio de una campaña de espíritu mezquino y tierra quemada entre dos candidatos que no les gustan. Y no creen que ningún candidato vaya a ser buen presidente”, afirmó el director adjunto de encuestas de la Universidad Quinnipiac, Tim Malloy.
A menos de cinco meses de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, Clinton y su rival por la nominación, el senador Bernie Sanders, participarán en la conferencia nacional de la Liga de los Latinoamericanos Unidos (Lulac). Con la confirmación de Sanders, que no ha renunciado a retirar su candidatura aunque ya ha prestado su apoyo a Clinton, Lulac contará en su evento anual, que se celebrará en Washington del 12 al 16 de julio, con la intervención de los aspirantes demócratas pero no del virtual candidato republicano, Donald Trump.
“Lulac espera que Sanders discuta los importantes asuntos a los que se enfrentan los trabajadores latinos”, dijo ayer el director nacional ejecutivo de Lulac, Brent Wilkes, en un comunicado. Bajo el lema “Latinos en el poder”, la conferencia anual de Lulac, un importante foro de líderes políticos hispanos, espera contar con más de 20 mil asistentes. “La reforma migratoria, la educación y las desigualdades económicas son temas más importantes a los que se enfrentan los latinos en la actualidad y es crucial que los funcionarios gubernamentales trabajen con la comunidad latina en busca de soluciones”, añadió Wilkes.
La intervención de los demócratas en el foro de Lulac es importante para asegurarse el voto de los más de 13 millones de latinos que se espera que participen en las próximas elecciones. Clinton parte como favorita entre el electorado hispano, poco proclive a apoyar a Trump dada su retórica contra los inmigrantes ilegales y, en particular, contra los latinos, según reflejan las encuestas. Asimismo, Wilkes dijo sentirse honrado de que la primera mujer que lidera un partido mayoritario en Estados Unidos se dirija a los latinos en la conferencia de la organización.
Hace sólo una semana, Clinton y Trump rechazaron participar en la conferencia anual de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (Naleo), donde sí intervino Sanders. El Consejo Nacional de la Raza (NCLR), otra de la principales organizaciones en defensa de los hispanos, anunció el miércoles que no invitará a ningún candidato presidencial a su conferencia anual, que tendrá lugar del 23 al 26 de julio en Orlando (Florida).
Por su lado, Clinton tiene además programada su primera parada de campaña junto al presidente Barack Obama, el próximo martes en Carolina del Norte, según informó el diario The New York Times. Esta visita tiene como fin seguir construyendo el progreso que han logrado hasta el momento. Desde que Obama declaró su apoyo a Clinton el 9 de junio, tenía programada una visita anterior hace dos semanas en Green Bay (estado de Wisconsin), pero pidió posponerla debido a la masacre en la discoteca de Orlando.