¿Trump usará a narcos como excusa para intervenir militarmente en México?

 

Desde su primer mandato, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, se ha referido a la frontera sur del país y la criminalidad que la caracteriza, ya sea por la migración ilegal o por el tráfico de drogas. Si en el pasado esas excusas servían para intervenir en otros países, ahora el escenario cambió, dijeron varios analistas a Sputnik.

La delincuencia urbana en Estados Unidos fue uno de los principales temas abordados por el entonces candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, durante su campaña. En diversos momentos, el multimillonario criticó la gestión del Partido Demócrata de la frontera con México.

Desde hace tres décadas, Estados Unidos enfrenta un grave problema de inmigración ilegal, después de endurecer sus leyes con la reforma de inmigración ilegal y responsabilidad del migrante de 1996. En diversos grados, desde entonces, para todos los gobiernos estadounidenses, el control de la frontera se convirtió en un problema inseparable de la delincuencia en el país.

El 1 de enero, el tema volvió a estar al centro, pues las primeras versiones —que hasta el momento no han sido probadas— indicaban que el ciudadano estadounidense y veterano del Ejército, Shamsud Din Jabbar, que atropelló a decenas de personas en Nueva Orleans, supuestamente había cruzado la frontera mexicana hacia Texas dos días antes. Por ello, Trump declaró que «la tasa de criminalidad en nuestro país está a un nivel que nadie había visto antes».

«En su cabeza, esa ecuación es casi automática», dijo a Sputnik el profesor del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia (UnB), Roberto Goulart Menezes.

«El hecho es que la Administración Trump, independientemente de la ideología del Gobierno de México, tiende a hacer una asociación perversa entre narcotraficantes e inmigrantes [ilegales]. Y por eso inmediatamente piensa en la seguridad», señaló el académico.

¿El verdadero motivo de Washington?

Por esta mentalidad, Trump, quien asumirá la presidencia el próximo 20 de enero, afirmó que planea designar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas, abriendo el abanico de acciones que Washington puede tomar para combatir a estos grupos.

A partir de esta nueva categorización, la Casa Blanca podrá tener más control para restringir los movimientos, tanto financieros como de personas, asociadas a los carteles, además de poder intervenir militarmente.

«Sería parecido a lo que hizo con las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia]», compara Menezes.

Para combatir a los carteles colombianos, en aquel momento los principales traficantes de droga a Estados Unidos, el presidente norteamericano Bill Clinton y su homólogo colombiano, Andrés Pastrana Arango, establecieron el Plan de Paz Colombiano, conocido como Plan Colombia, que contemplaba financiar, armar y entrenar fuerzas colombianas por parte del ejército estadounidense.

«Los carteles de Medellín y Cali decayeron. Y algunos de estos mafiosos establecieron nuevas alianzas, por ejemplo, con el cartel de Sinaloa, en México, trasladando el tema de las drogas en nuestro continente al país», relató el profesor.

«La política antidrogas de Estados Unidos hacia Colombia en los años 1970, fue una manera de que Estados Unidos estableciera sus bases militares y ejerciera injerencia en la política colombiana», dijo a Sputnik el profesor de relaciones internacionales en la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), Williams Gonçalves.

«Y hoy se sabe que esto generó un desastre que los colombianos estamos tratando de superar desde hace tiempo», ponderó Gonçalves.

«EEUU busca ejercer cierta represión sobre el narcotráfico, sobre todo porque la sociedad estadounidense es la que más drogas consume en el mundo», indicó el analista.

Sin embargo, la política que se llevó a cabo en Colombia no pudo repetirse en México, «por la firme orientación política que hoy tiene México».

El ascenso del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en 2018, del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en su momento Partido de la Revolución Democrática, representó una división ideológica entre los países.

Su sucesora, Claudia Sheinbaum, incluso refutó las declaraciones intervencionistas de Trump. «En México no aceptamos injerencias. Colaboramos, pero no nos subordinamos y así será. Colaboramos, trabajamos con inteligencia conjunta, pero los mexicanos toman el mando».

«No es descartable que Estados Unidos utilice geopolíticamente la lucha contra las drogas para llevar a cabo una intervención militar», explica Menezes. «Pero hoy esto tiene menos legitimidad que en el pasado».

Los discursos de Trump sobre México no fueron los únicos sobre intervenir en otros países. El exconductor de reality shows también habló de incorporar los territorios de Canadá y Groenlandia como nuevos estados norteamericanos e incluso recuperar el control sobre el Canal de Panamá.

Aunque los expertos ignoran cualquier seriedad detrás de estas declaraciones —»es para montar una plataforma», dice Gonçalves— resaltan que esto todavía demuestra una cosmovisión imperialista de EEUU, que genera fricciones con el resto del mundo, que ya no agacha la cabeza ante la hegemonía estadounidense.

«Así que Estados Unidos, bajo Trump, demuestra con estas declaraciones que será un gobierno que generará muchas turbulencias en la geopolítica global», concluyó Roberto Menezes.

Fuente: Sputnik