Nuevas siglas se unirán al espectro de letras de la oposición nicaragüense en los próximos días, al anunciarse hoy otras deserciones del grupo golpista conocido como Alianza Cívica, siendo esta vez los tránsfugas, Carlos Tünnermann Bernheim, el cura José Alberto Idiáquez, Azahálea Solís Román y Juan Carlos Gutiérrez Soto.
Fracasados sus planes de derrocar al presidente Daniel Ortega y sin dinero gringo que los amalgame por el momento, el futuro de la oposición derechista de Nicaragua luce incierto y rumbo al despeñadero, por lo que nadie quiere ser segundo de nadie y todos se aprestan a pelear por ser los preferidos del gobierno norteamericano y los europeos cuando se realicen las elecciones en 2021.
Juan Sebastián Chamorro García, el destinatario de la carta de los que huyeron de la Alianza Cívica, no dejó de “chifletear” a sus ahora excompinches al decirles en un escueto comunicado que seguirán trabajando “para lograr una unidad amplia, transparente y con nuevos estilos de hacer política…”. Es decir, a los de la Alianza Cívica no les gustaba su forma de hacer política.
Por el momento se supo que Tünnermann, la Azahálea Solís y los otros dos conformarán una nueva organización opositora que se unirá a la “sopa de letras” ya existente. El objetivo es claro: quieren pujar por su propio dinero ante los países injerencistas y no estar a expensas de lo que les entregue Chamorro García.
Y hablando de dinero, la fuente de la oposición que entregó varios documentos a Nicaleaks nos adelantó que en los próximos días podría “explotar otra bomba” en el seno de la Alianza Cívica por mal manejo de fondos.
Estos son los documentos en poder de Nicaleaks: