«Una solución no puede y no debe imponerse desde el exterior», dice la jefa de Política Exterior Europea, Federica Mogherini.
La intervención militar no es una opción para resolver la crisis humanitaria y política de Venezuela, dijo el martes la Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini.
La representante dijo que si bien las tensiones han estado «aumentando dramáticamente» en el país, la solución a la crisis debe ser tanto política «como pacífica y democrática».
«Ninguna intervención militar desde dentro o fuera del país sería aceptable para nosotros. Y una solución no puede ni debe ser impuesta desde el exterior», dijo en la sede de la ONU en Nueva York.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus funcionarios de mayor rango se han negado a descartar el uso de la fuerza militar para poner fin a la crisis y han insistido en que todas las opciones permanezcan en la mesa.
La mayoría de las naciones de la UE, Estados Unidos y docenas de otros estados han reconocido al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como el líder legítimo del país después de que se autodeclarara presidente interino el 23 de enero.
Pero el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha resistido firmemente los llamamientos de Guaidó y sus partidarios para ceder el poder, insistiendo en que es víctima de un golpe de Estado orquestado por Estados Unidos.
Washington ha liderado una campaña internacional para aplicar presión económica y diplomática sobre Maduro, incluida la sanción de la empresa petrolera estatal del país, Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), y la inclusión en listas negras de funcionarios del gobierno venezolano que se han mantenido leales a él.
Venezuela está experimentando una escasez generalizada de alimentos y medicinas y tiene la tasa de inflación más alta del mundo, según el Fondo Monetario Internacional. Su economía ha estado en declive precipitado después de una caída global en el precio del petróleo crudo, la principal exportación de Venezuela.
Turquía, Rusia, Irán, Cuba, China y Bolivia han mantenido su apoyo a Maduro.