Europa estudia reanudar las compras de gas por gasoducto a Rusia, escribe el diario ‘Financial Times’ citando fuentes. Esto ocurre a pesar de los planes declarados de la UE de abandonar por completo los recursos energéticos rusos y en el contexto de la presión de Washington sobre Bruselas para que compre más gas natural licuado (GNL) a EEUU.
Aunque los responsables de Bruselas «han pasado los últimos tres años intentando reducir el volumen de las importaciones energéticas rusas», ahora están debatiendo la posibilidad de reanudar las compras de gas ruso por gasoducto a la UE como parte de una posible solución al conflicto de Ucrania, reporta el medio.
De acuerdo con el periódico, los partidarios de adquirir gas ruso creen que ello reduciría los precios de la energía en Europa, «animaría a Moscú a sentarse a la mesa de negociaciones» sobre la crisis ucraniana, aunque, al mismo tiempo, «aumentaría significativamente los ingresos de Moscú». La idea cuenta con el apoyo de algunos funcionarios alemanes y húngaros, así como de varios países no nombrados.
Mientras tanto, las discusiones sobre el plan «han enfurecido a varios funcionarios de Bruselas y a los diplomáticos de algunos países de Europa del Este que lo hicieron todo a lo largo de los últimos tres años para reducir la cantidad de energía rusa suministrada al bloque», afirma el diario. También han preocupado a los exportadores estadounidenses de GNL, que cuentan con nuevos acuerdos en Europa y no quieren competencia en el contexto de las promesas del presidente de este país, Donald Trump, de obligar a Europa a comprar más GNL a EEUU bajo la amenaza de imponer aranceles más altos a las mercancías europeas importadas.
A pesar de estas circunstancias, el periódico reconoce que «la difícil situación de la industria de la UE» ha llevado a los países europeos a verse obligados a buscar fuentes de energía más económicas, ya que la dependencia de los proveedores alternativos a los de Rusia ha provocado que el coste del gas en Europa sea ahora entre tres y cuatro veces superior al del mercado interno de Estados Unidos.
Los precios del gas en la UE subieron tras expirar un acuerdo para el tránsito del gas ruso a Europa a través de Ucrania. La Kiev oficial ha rechazado la posibilidad de prorrogar este convenio, incluso con compras por terceros países. Como consecuencia, la estatal gasística rusa Gazprom dejó de bombear a partir del 1 de enero, subrayando que había perdido la posibilidad técnica y legal de hacerlo.
La compañía suministró unos 15.000 millones de metros cúbicos de combustible a través de esta vía en 2024, lo que suponía el 4,5% del consumo total de la Unión Europea. En la actualidad, la única fuente de gas ruso por gasoducto para los europeos sigue siendo el Balkan Stream, que toma combustible del Turkish Stream. Cada año pasan por esta ruta entre 14.000 y 15.000 millones de metros cúbicos.
Por su parte, Moscú ha señalado en repetidas ocasiones que nunca se ha negado a vender sus recursos energéticos a Europa y, en general, a la cooperación económica con el continente, que se vio interrumpida por la imposición de una serie de sanciones sin precedentes contra el país euroasiático por parte de Occidente. Estas medidas subrayaron en Rusia, no solo no han logrado hundir la economía rusa, sino que, por el contrario, han golpeado las economías de varios países europeos, contribuyendo a la recesión y rebajando el nivel de vida de sus habitantes.
Fuente: Sputnik