Funcionarios y expertos en Corea del Sur temen que Estados Unidos se prepare para lanzar un ataque contra Corea del Norte y advierten de que, incluso si el asalto es ‘limitado o preventivo’, podría involucrar a toda la península en un conflicto a gran escala.
“Seúl tiene una gran preocupación sobre un posible ‘ataque preventivo’ contra Corea del Norte”, dijo Bruce Klingner, investigador principal para el noreste de Asia en el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage, con sede en Washington, citado el miércoles por la página web de la cadena estadounidense CNBC.
Klingner, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés), reflejó de hecho las preocupaciones de los altos funcionarios surcoreanos después de regresar de Seúl, la capital de Corea del Sur. Afirmó que la cúpula gobernante en Seúl cree que, incluso un ataque limitado de EE.UU. al vecino norcoreano, desencadenaría una respuesta de Pyongyang.
“Algunos sugieren que EE.UU. está pensando en golpear dos o tres objetivos (en el territorio norcoreano), y que Corea del Norte probablemente responderá de manera proporcional”, agregó Klingner.
En este contexto, la televisión CNBC planteó un escenario en el que Pekín juega un papel importante. El informe citó un editorial del año pasado divulgado en el periódico semioficial chino Global Times, el cual sugiere que China podría ayudar a Corea del Norte, ante un ataque preventivo de Washington contra Pyongyang.
En las últimas semanas, las autoridades norcoreanas han denunciado que el aumento de la presencia militar de EE.UU. en la península busca enfriar los lazos entre las dos Coreas.
El martes, el embajador de Corea del Norte ante las Naciones Unidas, Han Tae Song, repudió el despliegue de dispositivos militares estadounidenses dentro y alrededor de la península coreana, realizado “so pretexto de suministrar seguridad” de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de Invierno que se celebrarán en febrero en Corea del Sur, y advirtió de que esta medida “podría conducir nuevamente hacia una extrema fase de confrontación”.
Las tensiones han llegado a su auge en la península coreana después de que Pyongyang se sintiera “amenazado” por los juegos de guerra que organizan Estados Unidos y sus aliados, incluida Corea del Sur, cerca de sus fronteras.