Pese a sus manifiestas debilidades por familiares y amigos, a quienes consideraba los más óptimos para ocupar cargos en el Estado, don Enrique Bolaños Geyer dispuso en 1999 –durante el gobierno de Arnoldo Alemán-, elaborar un Código de Ética para el servidor público, mismo que fue aprobado hasta en 2002, cuando ya era presidente de Nicaragua.
Como ayudantes y coreógrafos tuvo a sus numerosos asistentes, uno de ellos Roberto Porta Córdoba, quien se tomó la licencia de hacerle graciosas sugerencias para el momento de la presentación.
“(Debe de consistentemente presentarse limpio, vestirse conforme a la ocasión, dirigirse a los demás con una actitud modesta, positiva y receptiva, haciendo uso de un lenguaje apropiado y cortés)”, aconseja el secretario privado.
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