Exceso de confianza por sentirse quizás protegidos por la potencia imperial de Estados Unidos, es lo que parece mover a las ONG opositoras de Nicaragua, conformadas por diversos personajes que han encontrado una forma fácil de hacer dinero a manos llenas prestándose al injerencismo de sectores ultraderechistas del gobierno norteamericano.
Es, sí, un juego peligroso debido al encargo que tienen de sus financiadores para “sembrar” la semilla desestabilizadora que permita ejecutar un “golpe suave” en contra de nuestro país, la modalidad más moderna y novedosa de una intervención extranjera.
Por supuesto que fallaron también en sus planes de formar una “cabeza de playa” desde la cual llamar a la desobediencia civil, debido a que generalmente asiste a sus marchas solo el personal que tienen emplanillado.
En el documento que esta vez les presenta Nicaleaks, a la CPDH de Marcos Carmona le correspondió la misión de invitar a media docena de organismos norteamericanos que actúan como “independientes”, para que “observaran” el desarrollo de una marcha en contra del Consejo Supremo Electoral.
CIDH, Human Rights Watch, OEA, Open Society Institute, WOLA y Amnistía Internacional, fueron los convidados a venir a Nicaragua. Algunas de estas siglas fueron creadas por los Estados Unidos a fin de utilizarlas como fachada de defensa de los derechos humanos. Su verdadero trabajo es la desestabilización para permitir después el zarpazo final contra los gobiernos no alineados con la política norteamericana.
Veamos:
Primero, Azahálea Solís anuncia a sus socias:
Estimadas:
Estas cartas las ha enviado Marcos Carmona a distintas organizaciones de derechos humanos a fin de que participen en la jornada previa a la marcha y en la marcha misma y garantiza así observación de la movilización.
Entiendo que no son para divulgar.
azahálea
Esta es la promocionada carta de la CPDH:
