Tragándose su amargura, los medios de prensa y los partidos políticos y organismos de oposición, han tenido que aceptar que el FSLN continúa arrasando con la simpatía de la población nicaragüense.
Es lo que confirmó un estudio realizado por la firma encuestadora M&R Consultores realizado en mil 721 hogares urbanos y rurales de todo el país, entre el 12 y el 29 de diciembre pasado.
De acuerdo a los resultados del estudio constatados por M&R, un 54.3 por ciento del total de los encuestados aseguró tener simpatías con el FSLN y su Gobierno. Atrás le siguen los que se declaran independientes con un 37.6 por ciento; después el Partido Liberal Constitucionalista con 4.4, el Partido Liberal Independiente con 2.4 por ciento, el Partido Conservador 0.3 por ciento y el Movimiento Renovador Sandinista con 0.2.
Porcentajes nada casuales
Cabe señalar que estos porcentajes no se contraponen con la visión que se tiene en la Región del FSLN y su presidente, comandante Daniel Ortega Saavedra, quien en una encuesta hecha por la Revista Forbes, es el más popular e influyente de Centroamérica y cuyo Gobierno actualmente cuenta con el mayor respaldo de la población en los últimos 25 años.
En cuanto a la encuesta efectuada en nuestro país, Raúl Obregón, director de la firma M&R, señaló que el Frente tiene un piso bien sólido, que es más o menos un 38,39 por ciento y después alcanza dos niveles más hacia arriba, uno al que ellos les llaman “los esperanzados”, que son sandinistas pero no militantes tan fuertes, y otros a los que les llaman ocasionales, que se han venido sumando y que tienden a ser volátiles.
Población perdió el miedo
En la opinión de analistas políticos, la explicación sobre de dónde se deriva tanto apoyo político al presidente Daniel Ortega se puede concluir en cuatro aspectos: el primero de ellos sería la ayuda otorgada por Venezuela, lo que conlleva al segundo elemento: esa cooperación el Gobierno la viene esparciendo en una gran cantidad de proyectos sociales en beneficio de la población.
En torno al aspecto número tres y muy importante, es que la población nicaragüense ya perdió ese componente llamado “factor miedo” con que la derecha la atemorizaba haciéndole creer en un retorno a los años 80; y finalmente, el punto número cuatro está referido la correlación de fuerzas en los medios de comunicación, es decir, que el aparato de difusión nacional se ha equiparado y actualmente no solo está en manos de los difamadores del FSLN.