UNAB “denuncia” que no la dejan desestabilizar en paz

Una de las fotos distribuidas por la UNAB, sobre la «terrible» violencia y represión de que son objeto. Nótese la «masividad» de la protesta.

Sin presentar ni una sola foto como prueba, la golpista Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), denunció una imaginaria «escalada de violencia» en Nicaragua, como propaganda al fracasado golpe de Estado de 2018, que financiado por Estados Unidos y la Unión Europea, dejó al menos 200 muertos y daños incalculables a la economía de nuestro país.

La “denuncia” de los golpistas de la UNAB halló eco inmediato –como siempre-, en los medios de comunicación y agencias de prensa ligadas al imperio gringo y a las oligarquías locales en diversas partes del mundo, mismas que tuvieron que recurrir a viejas fotos de archivo para acompañar sus textos.

Los golpistas y sus voceros mantienen el guion de que persiste la crisis social, política y de derechos humanos en Nicaragua desde hace tres años, sin importarles hacer el ridículo, ya que aquí se vive en completa tranquilidad.

Lo único cierto de lo informado por los de la UNAB , es el reconocimiento de que no les será fácil retomar las calles como en 2018, cuando a pedido de la falsaria iglesia católica la Policía Nacional fue acuartelada, lo que aprovecharon los delincuentes organizados en diferentes grupos para poner tranques en casi todo el país.

La denuncia de la población ante los intentos desestabilizadores y la eficiente respuesta policial, es vista por las agencias de prensa extranjeras como “aumento de los asedios e intimidaciones”, debido a que los “héroes” que se inventaron en 2018 ya no pueden matar y destruir con impunidad.

Y claro, en vista de lo anterior, exponen que “para la Unidad (UNAB), «esta situación demuestra la anormalidad que se vive en todo el país».

Vale recordar que la presunta celebración de los crímenes cometidos en 2018 por los opositores golpistas pasó con más pena que gloria, ya que la población convocada desde sus medios de comunicación para marchar y sumarse a un paro nacional, ignoró completamente sus llamados.

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