Venezuela clama por la liberación de soldados secuestrados por grupos armados de Colombia

La Cruz Roja Internacional actúa como intermediaria entre Caracas y miembros de las llamadas ‘disidencias de las FARC’.

El ministro para la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, reiteró su llamado por la liberación de los ocho soldados venezolanos secuestrados por grupos armados de Colombia que se han identificado como «disidencias de las FARC».

«Toda Venezuela espera con fervor por la liberación de nuestros combatientes secuestrados», dijo Padrino en un mensaje en su cuenta de Twitter, que acompañó con la etiqueta #LiberenALosPatriotas.

El pasado fin de semana, el titular de Defensa venezolano confirmó la captura de los ocho militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), quienes habrían sido emboscados en el estado Apure, una región fronteriza con Colombia que ha sido escenario de enfrentamientos entre el Ejército y estos grupos armados colombianos.

El pasado 9 de mayo, el grupo armado envió a las FANB una «fe de vida» de los secuestrados, por lo que Padrino López instó a la comunidad internacional, a los organismos multilaterales y a las organizaciones de derechos humanos, a exigir a los captores que preserven la integridad física de los soldados y procedan a su liberación.

Tanto el ministro de Defensa como la Cancillería venezolana confirmaron que ya establecieron «contactos» y «coordinaciones» para conseguir la liberación de los combatientes venezolanos. «No escatimaremos ningún esfuerzo y agotaremos todas las vías posibles para recuperarlos sanos y salvos», dijo Padrino.

 

Por su parte, el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, informó en Twitter que ya trabajan con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para que genere «las condiciones necesarias» para «una segura y pronta liberación» de los soldados, quienes habrían sido secuestrados el pasado 23 de abril, según información difundida en medios.

Los combates entre grupos irregulares colombianos y la FANB se mantienen desde hace al menos dos meses en la zona fronteriza, ubicada entre el estado venezolano de Apure y el departamento colombiano de Arauca. A finales de marzo, Caracas ordenó el despliegue de un operativo para resguardar su zona limítrofe, tras acusar a Bogotá de descuidar el área de manera deliberada para facilitar la acción de agrupaciones armadas vinculadas con el narcotráfico.

 

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