El presidente reprochó a la plantilla su falta de «profesionalismo» y el capitán le replicó culpándole del fracaso en la planificación de la temporada: “No le metemos un gol a nadie»
Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, amenazó el pasado martes con despedir al capitán de la plantilla, Sergio Ramos, durante la acalorada discusión que se produjo en el vestuario del Bernabéu tras la eliminación de la Champions frente al Ajax. El presidente se dirigió al jugador delante de sus compañeros, a los que acusó de ser poco profesionales. Todos guardaron silencio menos Ramos, que se defendió diciendo que el problema del equipo no era la falta de profesionalidad de los futbolistas sino la falta de gol derivada de una mala planificación de la directiva. Enfurecido, según un testigo, Florentino amenazó al capitán con el despido. “Tú me pagas y yo me voy”, le respondió Ramos, según el diario As, “yo lo he dado todo y me he partido la cara por este escudo, por este club, y hasta por ti”.
Ramos no olvida que su gol en la final de Lisboa propició la conquista de la Décima, sentó las bases de un ciclo triunfal y rescató a Florentino Pérez del descrédito social que en 2014 estuvo a punto de costarle la presidencia. El entorno del futbolista no ha desmentido los hechos del martes.
La desconfianza recíproca entre la gran mayoría de los jugadores y Florentino Pérez enrareció progresivamente las visitas del mandatario al vestuario, según se perdían los títulos de Copa, Liga y Champions. Las discusiones y el cruce de acusaciones entre los dirigentes y los futbolistas se multiplicaron desde el 0-3 sufrido ante el Barça en la vuelta de la semifinal de Copa, la semana pasada.
Resuelta la temporada con la eliminación de la Champions, ya sin trofeos en disputa, la fingida unión entre patrón y empleados acabó perdiendo razón de ser. Tras la derrota (1-4) ante el Ajax, el mandatario entró al vestuario decidido a lanzar una dura filípica contra los jugadores. Fuentes de la directiva aseguran que el ambiente es tan malo que desde hace tiempo esperan “un motín”. Sus colaboradores indican que Florentino Pérez interpretó que la conferencia de prensa ofrecida por Luka Modric el lunes había sido orquestada por la plantilla para señalarlo a él como culpable por la eliminación que ya se veían venir. Modric reflexionó en público que el problema del equipo era la falta de gol derivada de la venta de Cristiano y la apuesta fallida por Bale, Asensio y Benzema. Responsable directo de haber elegido a Bale, Asensio y Benzema como los delanteros de referencia al comienzo de la temporada, el presidente se sintió señalado ante los socios.
“Mala planificación”
Florentino Pérez emitió un discurso agresivo. Se dirigió personalmente a algunos futbolistas acusándolos de ser poco profesionales y no entrenar como es debido. Nadie le contestó. Hasta que se enfrentó a Ramos. “El problema no es la falta de profesionalidad de los jugadores sino la falta de gol”, lo corrigió el capitán. El presidente insistió en que los jugadores no se tomaban en serio su trabajo y Ramos acabó por meter el estoque. “No le metemos un gol a nadie porque ha habido una mala planificación”, insistió, recordando veladamente la venta de Cristiano sin asegurar un sucesor equiparable. A esto, Florentino Pérez respondió advirtiéndole que si no le gustaba la planificación, entonces planificaría su despido.
Ramos habló por boca de muchos. El malestar entre los jugadores es evidente desde agosto. El pasado verano la cuerda comenzó a tensarse cuando Marcelo, Keylor, Modric y Ramos alertaron a sus colegas diciendo que la política deportiva se fundaba en el caprichoso criterio presidencial, resumido en el premio al egoísmo de Bale frente al esfuerzo de Cristiano. Avisaron de que el presidente, en lugar de premiarlos por las Champions logradas, quería venderlos a la mínima ocasión, como hizo con Casillas o el propio Cristiano. Ahora sienten que su profecía va camino de cumplirse.
En las últimas semanas los pesos pesados del vestuario habían trasladado a los dirigentes que se sentían maltratados por el club ya que Santiago Solari, el entrenador, realizaba una gestión dañina del plantel. Decían que Solari, en cumplimiento de órdenes de sus superiores, había señalado sutilmente a varios futbolistas ante la opinión pública al no emplearlos nunca y utilizar en su lugar canteranos. Se quejaron de que así se difundía la idea de que los responsables del fracaso deportivo eran ellos. Lamentaron que, mediante estas decisiones, hombres como Marcelo, Isco, Ceballos, Asensio o Mariano, todos con una trayectoria en Primera, no merecían más respeto que Vinicius, Reguilón o Valverde, que hasta hace poco estaban en el Castilla.
Los futbolistas más desencantados observan que la utilización de la misma alineación tres veces seguidas sin posibilidad de recuperación física contra el Barça en Liga y Copa, y contra el Ajax, demostraba el desprecio del club hacia gran parte de sus jugadores, algunos de los cuales han ganado cuatro Champions.