VOX y su nueva internacional de ultraderecha

Isaac Bigio

La internacional más derechista que hay dentro de la hispanidad ha logrado calar en varios partidos de la derecha dura latinoamericana, con el fin de desestabilizar la democracia.

La extrema derecha ha creado el Foro de Madrid para organizar a las fuerzas que quieren derrocar a todos los gobiernos «progresistas» de lo que VOX llama «la iberosfera» (la esfera de influencias de la Iberia castellana), la misma que quiere expandirse a todos los países hispano-hablantes, a Brasil y Portugal. Su primer objetivo: unir a los golpistas que quieren deponer al último gobierno electo de la izquierda iberoamericana

Antes que el presidente peruano Pedro Castillo cumpliese dos meses en su cargo y, apenas retornaba el 22 de septiembre de su gira por México y EEUU, llegaba a Lima una delegación del partido más ultraderechista y profranquista del Parlamento español.

La comitiva de VOX vino a la capital del país que viene festejando el Bicentenario de haber proclamado su independencia precisamente ante Madrid para pedirle que suscriba la «Carta de Madrid» y crear un Foro contra el «narco-comunismo» y «narco-socialismo» bajo la égida de la capital de la antigua monarquía imperial.

VOX quiere estructurar el Foro de Madrid, una nueva organización internacional que compita contra el izquierdista Foro de Sao Paulo y el centro-izquierdista Grupo de Puebla para promover el fin de la Comunidad de Estados de Latino América y el Caribe (CELAC) y la caída o el derrocamiento de todo Gobierno que se reclame como «progresista», al cual ellos equiparan como una forma de «comunismo».

Y su visita tuvo cierto éxito porque consiguieron casi una cincuentena de personalidades que suscriba su carta, lo que representa entre un cuarto y un quinto de sus poco más de 200 signatarios provenientes de algunas decenas de países.

VOX, que fue el partido que más había querido que el euro Parlamento desconozca las elecciones peruanas y patrocine un golpe, ha logrado que la mayor cantidad de firmas a su «Carta de Madrid» se encuentren en Lima.

Congresistas de Fuerza Popular (FP), Alianza Para el Progreso (APP), Avanza País (AvP) y Renovación Popular (RP), además de otros líderes políticos y empresariales, han transformado al «Damero de Pizarro» en el principal reducto de este nuevo «Foro de Conquistadores», cuyos principales promotores reivindican el rol civilizador castellano de la invasión y destrucción de las culturas amerindias y promueven la discriminación al feminismo, al Islam, a los inmigrantes (particularmente africanos), a las minorías nacionales y sexuales, y a los derechos de la mujer.

Si cuando vino Evo Morales la gran prensa se dedicaba a seguirlo al milímetro cuestionando donde se alojaba o comía o con quién se reunía, hoy estos mismos medios le han dado poca cobertura a la gira de VOX. Las mismas bancadas ultraderechistas que quisieron declarar como «persona non grata» al ex Presidente constitucional de un país vecino, son quiénes se reunieron con VOX y hasta han decidido sumarse a su «Foro de Madrid».

La Carta de Madrid

Esta sostiene que «Más de 700 millones de personas forman parte de la Iberosfera (…) Sin embargo, una parte de la región está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países. Todos ellos, bajo el paraguas del régimen cubano e iniciativas como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, que se infiltran en los centros de poder para imponer su agenda ideológica”.

El concepto de Iberosfera no existe en ningún diccionario y es una creación de VOX, quien lo identifica con un mapa de todo el hemisferio de las Américas encapsulado dentro del mapa de la península ibérica. Desde 1949 existe la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) fundada por todas las naciones de habla hispana, portuguesa y catalana, y desde 1991 hay las cumbres iberoamericanas (que incluyen a Latinoamérica, España, Portugal, Andorra y Guinea Ecuatorial.

Desde este “frente” apuntan a estar seis Repúblicas de lengua oficial portuguesa en África y Asia, y posiblemente Filipinas). Este concepto trata por igual a los países de lengua ibérica con Latinoamérica. «Iberosfera» es un planteo que puede verse como Iberia y su esfera de influencia (sus dependencias), algo que encaja con la visión de VOX, la de ver al resto de países que fueron conquistados por los ibéricos como naciones que fueron – según ellos- «civilizadas» por ellos.

La afirmación que hacen en el sentido de que una parte de dicha región está «secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista» es intencionalmente difusa, pero es claro que no solamente se refiere a Cuba (el único país occidental regido por un partido comunista) o a Venezuela y Nicaragua, sino que también pudiese extenderse a Bolivia, Perú, México, Argentina, Portugal y España, pues todos estos Estados están gobernados por partidos adscritos al centro-izquierdista Grupo de Pueblo o al Foro de Sao Paulo.

Llama la atención el hecho de que a todos ellos se les coloca como asociados al narcotráfico, cuando el principal país que exporta droga (Colombia) y el que la importa y distribuye (EEUU) nunca han tenido Gobiernos algo izquierdistas. En Perú, México y Centroamérica las drogas y las bandas criminales se han potenciado con mandatarios derechistas.

Tal como lo afirma Sebastián Abascal Conde, el líder de VOX y promotor de dicha Carta, su objetivo es estructurar un foro bien organizado para que haga contrapeso al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. El primero nació en 1990 en el país que concentra a la mayoría de los habitantes y del territorio de Suramérica y como una iniciativa del Partido de los Trabajadores, de Lula, para reunir a la izquierda socialista, laborista, comunista, sandinista y bolivariana de Latinoamérica y el Caribe.

En tanto que el segundo surgió en la República hispanohablante más poblada en 2019 como una iniciativa del nacionalista Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para unir a los sectores más moderados de la izquierda con los más radicales del centro y del liberalismo iberoamericanos (incluyendo España y excluyendo al Caribe de habla inglesa, francesa u holandesa).

Hay algunas figuras, como Rafael Correa, Lula y Dilma Rousseff que están en ambos bloques, pero el presidente peronista argentino Alberto Fernández y el ex presidente liberal colombiano Ernesto Samper solo se encuentran en el Grupo de Puebla, y los comunistas, sandinistas y bolivarianos no están allí sino solo en el Foro de Sao Paulo. En este último no se encuentran movimientos anticapitalistas como el Frente de Izquierda, de Argentina, que en las recientes elecciones nacionales primarias del 12 de setiembre obtuvo el 7,6% de los votos.

Mientras los trotskistas, anarquistas y guerrilleristas peruanos no están en ninguno de estos dos bloques, Verónika Mendoza es la única peruana en suscribir el Grupo de Puebla y los partidos comunistas Patria Roja y Unidad, así como Perú Libre y los humanistas están en el Foro de Sao Paulo.

VOX y sus socios del Foro de Madrid, al acusar al Grupo de Puebla de impulsar «regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países», extienden esta caracterización a Gobiernos como los del peronismo argentino, los que tuvieron el Frente Amplio uruguayo o la Concertación socialdemócrata/socialcristiana chilena, el nacionalismo mejicano y hasta el liberalismo colombiano tradicionalmente asociado con la centroderecha.

Es curioso que se refieran a Castillo como «comunista autoritario» cuando él, al igual que Fernández o Samper, nunca se ha proclamado ni siquiera socialista o antiimperialista y mantiene la democracia multipartidaria y el modelo económico monetarista que rige desde hace tres décadas. Castillo es tan «dictador» que tolera que la oposición controle más de dos tercios del Congreso y casi toda la prensa diaria y televisiva, mientras que el poder judicial ha allanado los locales del partido de Gobierno y busca encarcelar a su secretario general.

VOX no es el único que quiere crear una internacional opuesta a la izquierda. Mario Vargas Llosa y el Partido Popular, de España, patrocinaron un “encuentro iberoamericano por la libertad” dos semanas antes de la segunda vuelta presidencial peruana del 6 de junio en la ciudad de Quito, en la cual estuvieron el nuevo presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, y su homólogo colombiano Iván Duque.

A este fue invitada Keiko Fujimori, pero la justicia no la dejó salir del país por estar prontuariada (aunque, paradójicamente, sí le permitieron candidatear para ser jefa de Estado). Mientras el bloque iberoamericano del PP sí ha logrado arrastrar a decenas de líderes que están o han estado en la Presidencia de algún país hispanohablante, VOX nunca ha conseguido ninguna personalidad de dicha liga.

Keiko Fujimori dejó que firmen la Carta de Madrid a varios de los dirigentes de Fuerza Popular como sus dos excandidatos a la vicepresidencia: Luis Galarreta (secretario general del partido) y Patricia Juárez, Hernando Guerra García (vocero de su bancada) y otras figuras más como sus otros directivos: Eduardo Cillóniz, Eduardo Lizarzaburu y Rosángela Barbarán, pero ella no quiso hacerlo para no desligarse del bloque que está construyendo con Vargas Llosa y arriesgar sus posibilidades de ser aceptada por la derecha «oficial» europea.

Javier Bedoya, teniente alcalde de San Isidro, es también otro de los firmantes. No obstante, ni Lourdes Flores ni nadie del Partido Popular Cristiano fundado por el recientemente fenecido Luis Bedoya ha querido suscribir dicha carta. Esto debido a que formalmente el PPC es miembro de la Internacional Socialcristiana, la cual es el eje del Partido Popular Europeo, el más importante en el euro Parlamento.

Tampoco ningún aprista ha firmado dicho documento pues ellos formalmente conforman la Internacional Socialista junto con el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) que acaba de quedar primero en las elecciones federales germanas del 26 de setiembre.

A pesar que el APRA y el PPC han promovido la candidatura de Keiko Fujimori y el desconocimiento de los resultados de las elecciones generales peruanas, y todo eso los une al Foro de Madrid, ellos no quieren unirse formalmente a dicho bloque para no perder sus históricos lazos con las internacionales a las que están afiliados.

Lo más paradójico es que dichas internacionales han repudiado los intentos de condenar a la segunda vuelta peruana como si fuera un fraude y de desestabilizar al Gobierno electo, mientras que ninguna de ellas quiere saber nada con el VOX, y en Alemania ninguno de los partidos que han entrado al Parlamento quiere dialogar con la ultraderecha xenofóbica que obtuvo el décimo de los votos (Alternativa por Alemania o AvD), con el cual VOX abiertamente simpatiza.

En Perú las secciones oficiales de las internacionales socialdemócrata y socialcristiana siguen una línea inversa, pues no solo pactan con la extrema derecha (la cual, a diferencia de la de Europa, sí ha estado en el poder y ha impuesto una dictadura muy represiva), sino que se han convertido en sus principales organizadores de marchas golpistas para llevarles al poder.

VOX

Este es el partido de la ultraderecha españolista. Se creó en diciembre de 2013 como una escisión extremista y filo-fascista del Partido Popular, la fuerza de la derecha castellana que se viene alternando en el poder con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Recordemos que el PP apuntaló al golpe militar del 11 de abril en Venezuela que depuso por poco tiempo al presidente constitucionalmente electo Hugo Chávez.

VOX ha venido representando a los sectores más socialmente conservadores, homofóbicos, centralistas y antiinmigrantes de la derecha. Se han diferenciado del PP en su hostilidad al aborto, a los derechos y matrimonios gays, a los musulmanes e inmigrantes, y al nacionalismo de los catalanes y vascos. VOX no quiere transar con los grupos que tomaron las armas contra el franquismo y quiere abolir las comunidades autónomas.

No solo se oponen a que los catalanes tengan derecho a la autodeterminación o a un referendo para ver si quieren separarse de Madrid (y convertirse en una República independiente, así como la que el Perú y otros países hispanoamericanos crearon hace dos siglos), sino que llaman a abolir toda forma de autonomía. Piden proscribir a los partidos separatistas, incluyendo a la Izquierda Republicana Catalana que gobierna legalmente a dicha nación. Se inspiran en el franquismo aunque aún no llegan a pedir la abolición o persecución de las lenguas nativas catalana, gallega o vasca.

Cuando el Gobierno socialista de Pedro Sánchez quiso mover la tumba del Generalísimo Franco desde el Valle de los Caídos a un sepelio normal fuera de este lugar tan lleno de víctimas republicanas, ellos se opusieron. VOX no quiere romper con Franco, el peor tirano fascista que haya tenido Iberoamérica, quien fue responsable de un holocausto que generó más de medio millón de muertos, y que transformó a su país en un campo de experimentos de los nazis de Hitler y los fascistas de Mussolini, a quienes se les incentivó a bombardear a sus civiles.

De allí prepararon las condiciones para la II Guerra Mundial (la guerra civil española fue el prólogo a la peor carnicería de la historia universal). Franco hizo que su país sea el único de toda Iberoamérica que no tuviese una República y cuyo jefe de Estado nunca sea electo. La monarquía fue reestablecida sin mediar ningún referéndum.

VOX ha sido acusado de incitar el odio contra las minorías sexuales, religiosas y nacionales. Su posición ante la República Árabe Saharaui Democrática (a la cual Castillo recién acaba de reconocer) demuestra sus propuestas de restablecer el imperio colonial. VOX no quiere que este Estado exista, sino que sus territorios, que están en el oeste africano (y que hoy Marruecos ha parcialmente invadido y cercado) sean retornados a su monarquía europea.

VOX se opone a las pretensiones de Marruecos en el mar cercano a las Islas Canarias, al hecho que Ceuta y Melilla (las dos ciudades autónomas españolas en la costa marroquí, las cuales tienen poblaciones de idioma árabe y religión musulmana) hayan oficializado celebraciones religiosas mahometanas, y a cualquier concesión al islam y a las autonomías. VOX quiere el retorno a la monarquía centralista y se asocia con otras corrientes europeas que llaman a una cruzada racista contra la penetración del islam.

VOX propone un extremo conservadurismo social basado en el repudio al liberalismo social, al feminismo, al matrimonio igualitario, al aborto y a la eutanasia; y en reivindicar el uso personal de armas de fuego y deportes sangrientos con animales como las corridas de toros.

Tiene muchos elementos de clericalismo católico, al mismo tiempo que quiere reducir la cantidad de impuestos a grandes corporaciones y promover una economía con menor intervención del Estado. Han llegado a negar el rol de la humanidad y el de las empresas extractoras en el deterioro de la fauna, flora y el medio ambiente del planeta.

Sin embargo, la peor afrenta que VOX haya hecho a nuestros pueblos es la celebración del mayor genocidio cometido en la historia universal, al cual ellos saludan como una gran obra civilizadora de su monarquía.

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