
Javier Benítez
EEUU ha vuelto a demostrar quién manda en el G7 y quién agacha la cabeza, traga y obedece. De esta manera, la reciente cumbre del grupo en Canadá se zanjó con un rechazo de parte de Washington a una declaración unánime sobre el apoyo a Ucrania, pues el país norteamericano exigió que se suavizara.
De fracaso en fracaso
Los líderes guerreristas del G7, quitando de la ecuación al presidente de EEUU, Donald Trump, cosecharon un fracaso a la hora de alcanzar una declaración unánime sobre el apoyo a Ucrania en la reciente cumbre en Alberta, Canadá.
Según Reuters, que cita a un funcionario canadiense, la parte estadounidense quería suavizar el proyecto de declaración, lo que el anfitrión de Canadá consideró injusto hacia Kiev, cuyo líder, Volodímir Zelenski, acudió a la reunión del G7, pero debió abandonar la cumbre sin obtener el apoyo que esperaba.
Entonces, Trump abandonó de forma prematura la cumbre, lo que deja claro que Ucrania no era una prioridad para EEUU. Además, el periódico británico The Guardian informó que el líder del régimen ucraniano pidió la ayuda de sus aliados «con aspecto deprimido». Se detalla que la partida del inquilino de la Casa Blanca dejó a los diplomáticos de Kiev «frustrados» y «amargados».
Para el analista político, historiador y profesor Daniel Trujillo Sanz, «básicamente la agresión israelí [contra Irán] ha sellado prácticamente la derrota de Ucrania, y así debe sentirse el propio Zelenski, quien llegó con un gesto deprimido, tal como lo han declarado algunos de los presentes en la cumbre del G7».
«Efectivamente, quizá sea un verdadero chapuzón de realidad para Ucrania. [Zelenski] se ha dado cuenta de la posición que ocupa actualmente. Quizás alguien ya había llegado mucho antes a esa conclusión en Ucrania, a la que definitivamente alguno que no había llegado, se convence de que simplemente han servido de carne de cañón para dañar a Rusia. En el momento en que el verdadero interés número uno de EEUU, Israel, se ha puesto en liza, este país ha sido básicamente abandonado», sentencia Trujillo Sanz.