Nicaragua y Más
Carta abierta de diferentes medios de comunicación a Il Fatto Quotidiano
Las redacciones de Altrenotizie, Antidiplomatico, Faro di Roma y el sitio de información Patria Grande, responden a una nota periodística basada en hechos inventados, y con evidentes fines políticos, publicada en el periódico Il Fatto Quotidiano.
A continuación el texto completo de la carta publicada en Altrenotizie.
Estimado Director:
Es con profundo pesar que hemos visto publicado en su periódico un artículo de Mónica Pelliccia sobre Nicaragua. El artículo, tal vez ideado en Managua, es un conjunto de falsedades que no tiene límites, ni decencia.
Es nuestra intención refutar estas falsedades, aunque sea solamente para reclamar la responsabilidad ética de quienes firman dicha nota. No seremos breves, sólo las líneas necesarias para refutar lo que hay que refutar.
«Nicaragua es el único país centroamericano donde nunca se han tomado medidas de contención del virus». Eso no es cierto. Se han tomado todas las medidas dictadas por la OMS, prueba de ello son los más que positivos informes de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) que definen la actuación del gobierno como «correcta».
La diferencia entre Nicaragua y los demás países centroamericanos es que el gobierno no lo ha cerrado todo, sino que se ha limitado a adoptar medidas de contención, como han hecho otros países, entre ellos Suecia. En otras palabras, ha optado por mantener vivo un país en el que el 70% del PIB se basa en la producción, distribución y venta de productos agro-alimentarios, y en el que la mayoría de la población participa en la cadena de suministro correspondiente. Tener comida disponible parecía ser la principal urgencia.
Además, la periodista debe estar al tanto de que Italia y todos los países europeos no han bloqueado la cadena de suministro agrícola, aunque ésta represente una parte del PIB de menor importancia con respecto a Nicaragua. Cerrar habría significado matar de hambre a la población, tanto en Nicaragua como en Italia y en todas partes. ¿Por qué, entonces, si lo hace Italia va todo bien, pero si Nicaragua hace lo mismo se le critica?
El artículo continúa con «Nunca he visto una crisis de salud como esta…» José Antonio Vásquez, de 56 años, es médico desde hace más de 30 años y trabaja en Managua, capital de Nicaragua. «En 2018 fue detenido por paramilitares y torturado en la cárcel de El Chipote en Managua por atender a los heridos». ¿Pero cuándo fue eso?
El Chipote es la prisión de Managua, donde la Cruz Roja Internacional ha ingresado con numerosas misiones, encontrando condiciones de detención en línea con «los estándares recomendados por las convenciones internacionales», y registrando «la ausencia absoluta de signos de maltrato a los prisioneros».
Es bien sabido que todos los participantes al intento de golpe de Estado, incluso los asesinos confesos, han sido amnistiados y quedaron libres.
Nos permitimos dudar de la objetividad de José Antonio Vázquez, ginecólogo del Hospital Militar hasta el 2018 y militante del partido de oposición MRS (ex sandinistas que son el componente más violento de la oposición al gobierno nicaragüense). Durante el intento de golpe de 2018, su grupo se dedicó a quemar ambulancias e instalaciones médicas.
«Los negocios y las fronteras siguen abiertas», dice la columnista. Esto también es falso: las fronteras sólo están abiertas para los nicaragüenses que quieran volver, incluso para los llamados «exiliados» que huyen de Costa Rica para volver a Nicaragua y recibir tratamiento. ¿Y no es que se habían ido porque en Nicaragua hay un régimen muy peligroso que quiere matarlos? ¿Entonces por qué vuelven? ¿Quizás se sienten más protegidos en Nicaragua que en Costa Rica?
«Las cifras oficiales no cuentan la realidad que vemos todos los días. No tomamos muestras de los enfermos. En las últimas dos semanas, los pacientes que han sido tratados como casos de coronavirus y que luego han fallecido, se registran con otras causas de muerte, quedando fuera de las estadísticas», dice Vásquez. Pero la periodista lo piensa dos veces antes de pedirle pruebas de sus declaraciones. Y esto no sólo por la veracidad de la noticia, sino también por la gravedad del contenido, ya que si la información fuera cierta, las familias, los amigos y los colegas de las cientos de víctimas lo denunciarían públicamente.
¿De verdad creen que en un mundo como el actual, interconectado y en comunicación constante, se podrían ocultar cientos de muertes en los hospitales públicos? ¿Y cuál sería el interés en negar la cantidad de víctimas?
Sigamos adelante. «El 80 por ciento de los 160 respiradores de los hospitales están en uso». También es falso. Hay un total de 499 respiradores en 77 hospitales de todo el país.
«Los que están de servicio tienen que comprarse viseras y alcohol en gel, y cada día aumenta el número de trabajadores de la salud que se enferman». Esto tampoco es cierto. El gobierno ha obtenido suministros médicos con el apoyo de Taiwán y la OMS, algo que se suma al material ya disponible. En total hay suficiente material y equipos, incluso si la expansión del virus llegara a su punto máximo.
Lo cierto es que Nicaragua es, hasta la fecha, el país occidental con el menor número de infectados y víctimas, así como Vietnam en oriente. La razón es que, al igual que Cuba y Venezuela y a diferencia de otros países americanos, el modelo sandinista de salud (así como el de bienestar y asistencia) es igualitario, libre y comunitario.
¿Algunos datos? En 13 años de gobierno sandinista se han construido 18 hospitales completamente equipados, lo que eleva el número total a 77 y otros 8 están en construcción. Hay 143 clínicas ambulatorias, 1,343 instalaciones médicas y 5,806 casas para la recepción, instalaciones comunitarias donde se realiza una primera recepción para establecer dónde dirigir al paciente. Se han construido 70 centros de terapia del dolor, 178 casas para mujeres embarazadas y 91 instalaciones para discapacitados.
Se han construido y equipado cinco centros especializados y un laboratorio para la citogenética y el diagnóstico prenatal, y está en funcionamiento un laboratorio de ingeniería biomolecular (sólo México tiene otro en la región), como resultado de la cooperación con Rusia. Se han comprado 404 ambulancias, seis de las cuales son acuáticas, y un Acelerador Lineal, el único de este tipo en América Central, está disponible para todos los pacientes de cáncer.
La población nicaragüense está 100 por ciento vacunada, y hace unos días se completó una nueva campaña de vacunación obligatoria, en la que médicos y enfermeras entraron en los hogares, los lugares de trabajo e incluso en las calles para vacunar a la población. Se logró el 100%, y aquí no hay «no vax» o cosas por el estilo. Son los doctores los que van hasta las casas de las familias y los pacientes, no al revés. En fin, un modelo alternativo a la salud privada que se basa en la prevención y la comunicación, y que debería ser estudiado e imitado, no mancillado.
Hay una campaña mediática en curso basada en falsedades, que involucra a médicos y falsos médicos en bata publicando videos donde narran números e historias completamente inventadas. Hasta circulan en las redes sociales transcripciones de llamadas telefónicas entre opositores, mientras organizan un video donde se ve a una persona tirarse al suelo tosiendo, y luego desmayándose.
En todos los países del mundo, la oposición, ante una pandemia, depone las armas de la confrontación ideológica y política y se pone al servicio de la población. En Nicaragua no es así, ya que, como dice su miembro Oscar René Vargas, «generar pánico, caos y desconfianza en los poderes públicos puede empujar a la población a reducir el consenso hacia el gobierno».
Se trata de declaraciones repetidas sin la menor moderación y sentido del ridículo por las mismas personas que, en 2018, exigieron el sacrificio «de tres millones de muertos para derribar al gobierno» (Edgar Tijerino, mayo de 2018), que relataron de un «portaaviones estadounidense en la costa de Nicaragua», el «bombardeo gubernamental de la ciudad de Masaya» y «el avión ruso que trajo a la familia de Daniel Ortega a Cuba» (Miguel Mora, 100% noticias, abril de 2018).
Nuestro asombro, entonces, radica en cómo Il Fatto Quotidiano se suma – tal vez por distracción – a un modelo de información basado en la propaganda anti socialista, convirtiéndose en caja de resonancia de los intereses de los Estados unidos en el mundo.
No estamos pidiendo que Il Fatto Quotidiano tome una posición de apoyo o incluso sólo de respeto hacia los países socialistas. Sin embargo, le pedimos que verifique las fuentes y las noticias, y que no se asocie con grupos políticos conocidos y ampliamente descalificados.
La dirección y la redacción de
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