*Lo acusan por disentir de la línea trazada por Estados Unidos y sus aliados occidentales en el cerco tendido contra Rusia.
Un periodista británico fue sancionado mediante confiscación de sus bienes hace varios días por el gobierno del Reino Unido, que lo acusa de difundir propaganda prorrusa durante su operación especial en Ucrania.
Graham Phillips fue condenado en abril por filmar una entrevista con el ciudadano británico capturado Aiden Aslin.
Fue expulsado de Ucrania en 2014, pero logró regresar al país poco después de que las fuerzas rusas lanzaran su operación especial en febrero.
Es una de las 42 personas nombradas en la última ronda de sanciones que incluye líderes de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk y 29 gobernadores regionales en toda Rusia.
En respuesta al anuncio de que ahora había sido sancionado, le dijo a BBC Escocia que «continuaría con mi trabajo, mostrando la verdad desde aquí en Donbas».
Y agregó: «No tuve ninguna oportunidad de defenderme, nadie me notificó, no hay cargos reales en mi contra, solo que al gobierno británico no le gusta mi trabajo, así que estoy sancionado».
«Así que todos los periodistas en el Reino Unido tomen nota, si al gobierno británico no le gusta su trabajo, esto le puede pasar a usted.
«En cuanto a mi trabajo, puedes decir lo que quieras sobre él, pero es lo que es: periodismo británico independiente».
Las sanciones son las últimas de una ola que afecta a más de 1.100 personas y empresas asociadas con el presidente ruso, Vladimir Putin.
«De camino a Severodonetsk me enteré de que me habían puesto en la lista de sanciones del gobierno del Reino Unido y de que todos mis activos estaban confiscados.
¡Qué decir! Bueno, en primer lugar, mis pensamientos están con Severodonetsk, y pronto organizaré otra distribución de ayuda humanitaria allí, en este momento difícil.
Así que todos mis activos han sido congelados, y he sido calumniado a nivel estatal por el gobierno británico sin ninguna notificación, sin oportunidad de defenderme. Ningún cargo en mi contra, ni siquiera una acusación.
Sólo que… al gobierno británico no le gusta mi trabajo. Y por eso me pueden embargar mis cuentas bancarias… para empezar, ya que sin duda hay otras maquinaciones en marcha.
Ahora ya sabemos que el gobierno del Reino Unido no necesita presentar ningún cargo en contra, no necesita notificar ni darte la oportunidad de defenderte de sus cargos.
Durante esta semana también se conoció del caso de la periodista alemana Alinna Lipp, a quien el gobierno de su país amenaza con tres años de cárcel por difundir lo que ocurre en el Donbass.