Medios tradicionales de prensa del país, alineados con la oposición, amanecieron el lunes sin referencia alguna al tope amistoso de béisbol entre la selección nacional y la de Puerto Rico, un éxito como espectáculo que concluyó el domingo.
Los tres goles del astro argentino del Barcelona, Lionel Messi y el disparo fallido del fuera de serie estadounidense LeBron James ,copan los titulares de sus páginas deportivas este lunes.
Además dan cuenta del fin de semana en el Torneo Clausura del fútbol local, reseñan peleas del boxeo profesional y la actuación de los nicas que buscan en los entrenamientos de primavera un puesto en las nóminas de sus equipos para la inminente temporada de las Grandes Ligas estadounidenses.
Pero el encuentro amistoso Nicaragua-Puerto Rico brilla por su ausencia en las planas deportivas de los grandes diarios de Managua, ni siquiera el box score de los juegos aparece.
El océano de fotos de los tres partidos que inunda la Internet confirma el refrán de que una imagen vale por mil palabras y las instantáneas tomadas de los graderíos del Estadio Nacional Dennis Martínez durante viernes, sábado ratifican el aforismo.
Comentaristas deportivos nicaragüenses encuestados coinciden en calificar de éxito rotundo la serie que le sirvió de preparación a las dos selecciones con miras a los Juegos Panamericanos de Lima-2019.
Fantástica fue la palabra más empleada para retratar la asistencia del público a las tres veladas, al tiempo que resaltaron el ambiente super festivo que se vivió en las tribunas, hasta el domingo, marcado por el único revés de la escuadra pinolera.
El pueblo nicaragüense demanda tranquilidad y recreación, fue otra de las ideas que concuerdan acerca de la validez de un espectáculo deportivo, al cual los medios afines a la derecha opositora intentaron boicotear desde su anuncio en diciembre.
Y en ese empeño convocaron hasta a la familia de Roberto Clemente, el ídolo del béisbol boricua que representa una especie de cordón umbilical entre la pelota que se juega en ambos países, por el noble gesto que le costó la vida el 31 de diciembre de 1972 mientras traía ayuda a los damnificados por el terremoto que había destruido a Managua la semana anterior.
Ni siquiera el monumento que Nicaragua le develó a Clemente en el lobby del Estadio Nacional encontró una línea en los referidos medios.
El afán por minimizar cada acción positiva del Gobierno parece no tener límite en sus ediciones, ni siquiera en las páginas dedicadas a una actividad tan noble como el deporte.
Y pensar que los griegos decretaban una tregua en sus guerras cuando desde el Monte Olimpo bajaban los llamados del músculo en un canto a la paz.