Miembros de la solidaridad con Nicaragua en el Reino Unido denunciaron el fallido golpe de Estado en nuestro país y rechazaron cualquier intento de injerencia externa, en particular de Estados Unidos, según declaración publicada en diversos medios de comunicación.
Agrupados en la Campaña de Solidaridad con Nicaragua (NSC, por sus siglas en inglés), amigos de esta nación exigieron respeto a la soberanía del pueblo pinolero y justicia para las víctimas de la ola de violencia desatada en abril como parte de la intentona golpista.
En su declaración, la NSC rechaza todas las formas de violencia de cualquier origen, los intentos de cambio de gobierno de forma inconstitucional y la interferencia en los asuntos internos de Nicaragua, especialmente por parte de Washington.
Al respecto, denuncia la agenda política de la extrema derecha norteamericana que incluye condenar al gobierno nicaragüense por todos los actos de violencia, pedir la destitución del presidente Daniel Ortega y amenazar con nuevas sanciones económicas, “una acción que solo serviría para desestabilizar y polarizar aún más el país”, señala.
También se refiere el texto a los medios de comunicación que responsabilizan al Ejecutivo nicaragüense de toda la violencia, lo cual califica de una cobertura distorsionada y engañosa.
“Los llamados periodistas y comentaristas independientes han recurrido a una retórica e imágenes exageradas y simplistas en lugar de informes justos y equilibrados”, asevera.
Por otra parte, alude al impacto de la crisis sociopolítica en la economía del país, cuyo crecimiento disminuirá este año, según proyecciones del Banco Central de Nicaragua.
Asimismo, destaca la labor del gobierno en la reparación de calles, caminos, edificios, puentes y clínicas de salud dañados o destruidos por los manifestantes, así como la continuidad de programas sociales que restituyen derechos como el acceso al agua potable, salud, educación, electrificación, viviendas e infraestructura vial.
La NSC expresa su respaldo al proceso de diálogo y reconciliación propuesto por Managua para consolidar la paz, restaurar la confianza y garantizar la justicia social y económica.
Además, resalta el restablecimiento de la seguridad, el retorno de la población a las actividades cotidianas y la recuperación paulatina del turismo desde julio, cuando el Ejecutivo nicaragüense retiró los bloqueos de carreteras impuestos por la oposición.