Un correo electrónico filtrado detalla que una empresa que trabaja para agencias de EE.UU., informó sobre cómo la interrupción del servicio energético podría ser aprovechado por la oposición.
Un correo electrónico filtrado por WikiLeaks revela que Stratfor, una empresa estadounidense que proporciona servicios de inteligencia a distintas oficinas del Pentágono, como el Departamento de Seguridad Nacional, el Cuerpo de Marines y la Agencia de Defensa de Inteligencia estadounidense, recibió en septiembre del 2010 un detallado informe sobre la situación interna de Venezuela, donde se especificaba: «Una clave para la actual debilidad de Chávez es el declive en el sector eléctrico», haciendo alusión al Gobierno del entonces presidente, Hugo Chávez.
Por aquel período, los expertos consultados veían posible que el 70% de la red se apague porque el nivel del agua en la Represa de Guri, estado Bolívar, estaba bajando, «y Chávez no había podido reducir el consumo lo suficiente como para compensar el deterioro de la industria».
El estudio, que fue realizado por el Centro de Acción y Estrategias no Violentas Aplicadas (CANVAS, por sus siglas en inglés) antes de las elecciones parlamentarias de ese mismo año, añadió que una falla de gran magnitud «probablemente tendría el impacto de animar la inestabilidad pública de una manera que ningún grupo de la oposición podría generar». Y continuó: «En ese momento, un grupo de oposición sería mejor para aprovechar la situación y enfrentarla contra Chávez».
En efecto, el documento mencionaba que varios grupos de Venezuela, como organizaciones sociales, partidos políticos, medios de comunicación y hasta la Iglesia Católica, podrían servir de «aliados potenciales» en una campaña contra la Revolución Bolivariana.
El informe describió cómo actuarían las Fuerzas Armadas ante un eventual apagón
Según CANVAS, frente a aquel contexto, las relaciones con las fuerzas militares venezolanas podían complicarse: «Ante una situación de inestabilidad pública masiva, y de rechazo a la Presidencia, es probable que los sectores descontentos del Ejército decidan intervenir, pero solo si creen que tienen suficiente apoyo», siempre hablando del año 2010.
En su reporte, también destacaron que esa fue la principal característica de los tres intentos de golpe anteriores: «Los militares pensaron que contaban con suficiente apoyo, pero hubo una falla en el público para responder positivamente (o el público respondió en forma negativa), por lo que el golpe fracasó», repasaba.
¿Un escenario similar al planteado por CANVAS en 2010?
El pasado 23 de enero el líder de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Juan Guaidó, se autoproclamó como presidente del país bolivariano, y obtuvo el reconocimiento de EE.UU., entre otros países. En medio de la tensión, desde el último jueves se produjo un importante apagón energético en muchos estados de aquella nación, que produjo graves consecuencias en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Debido a la crisis, la AN, a pesar de ser considerada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia, declaró el «estado de alerta» por 30 días, donde se estipulan varias medidas que el Estado podría efectuar para afrontar la difícil situación, aunque la Administración de Nicolás Maduro no responde a los decretos emanados por el órgano mientras permanezca fuera del marco constitucional.
Así, mientras Guaidó y sus seguidores acusan al Gobierno por la falla energética, desde la Presidencia se sostiene que Washington está detrás de un presunto ataque al sistema eléctrico.
Entretanto, el periodista Max Blumenthal destacó que el actual escenario que se vive en Venezuela es el mismo que el planteado por CANVAS años atrás, generando idénticas consecuencias.
En su análisis, subraya que la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar presentó las fallas a las 17:00 (hora local), y gran parte del país se quedaba a oscuras, pero resalta que el senador republicano de EE.UU., Marco Rubio, tan solo 18 minutos después publicó en Twitter: «Los generadores de respaldo han fallado».
Así, el comunicador se pregunta cómo es posible que el político norteamericano haya obtenido la información del apagón tan pronto: «Según Jorge Rodríguez, ministro de Comunicaciones de Venezuela, las autoridades locales no sabían si los generadores de respaldo habían fallado en el momento del tuit de Rubio», repasa Blumenthal.
Todavía quedan muchas preguntas en torno al apagón.