Juana Carrasco Martín | Juventud Rebelde
“Por primera vez una mujer aparecerá en los billetes de Estados Unidos. El rostro de Harriet Tubman, antigua esclava y militante abolicionista, remplazará al presidente Andrew Jackson en los billetes de 20 dólares”. El 20 de abril de 2016, casi en las postrimerías del mandato presidencial de Barack Obama, estos fueron titulares en la prensa estadounidense y mundial —por el poder y el ámbito globalizado de la moneda de EE. UU.
Los méritos de la seleccionada eran obvios, aunque a decir verdad, no para todos los “gustos”: Harriet Tubman nació en la esclavitud en 1820, escapó del inhumano cautiverio en 1849 y pasó a organizar redes de rescate de esclavos, muchos de ellos hacia Canadá.
Durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865) actuó junto al ejército de la Unión, como cocinera, enfermera e incluso como espía. Al final de su vida, Tubman —quien falleció en 1913 a la edad de 93 años— ayudó a organizar movimientos en favor del voto femenino.
Precisamente, el nuevo billete debía ponerse en circulación a más tardar en 2020 para conmemorar el centenario de la Enmienda 19 de la Constitución de EE. UU., la que le dio a la mujer el derecho al voto.
Se quería romper con una designación discriminatoria para la mujer, y no fue fácil la elección de Tubman para situarla junto a otros próceres estadounidenses a quienes se rinde homenaje en el sistema monetario.
Las consultas duraron casi un año, fueron miles las propuestas, y trascendió que entre las finalistas destacaban la primera dama Eleanor Roosevelt y la legendaria líder del movimiento contra la segregación racial y por los derechos civiles de los años 50, Rosa Parks, la valerosa joven que el 1 de diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama, se negó a cederle el asiento del autobús a un hombre blanco, como dictaban las leyes y costumbres racistas.
Pero, si en 2016 el entonces secretario del Tesoro Jacob Lew ya había visto foto y prueba de diseño del billete con el rostro de Harriet Tubman, ¿por qué todavía no se ven pasos efectivos para sustituir al papel moneda que tiene al general Andrew Jackson como protagonista, aunque este pasara al reverso tal y como se había acordado?
Jackson también tiene su historia: poseedor de cientos de esclavos que trabajaban en su hacienda Hermitage Plantation, se inició en el campo militar durante la guerra de Independencia contra los británicos, y ganó los grados de general haciéndole la guerra a los indígenas, primero a los Creek, quienes le llamaban Jacksa Chula Harjo, que significa “Jackson, viejo y feroz”, y a los Seminolas, entre quienes fue conocido como “cuchillo afilado”.
Como séptimo presidente de EE.UU. Andrew Jackson se destacó especialmente por haber firmado la Indian Removal Act (Ley de Traslado Forzoso de los Indios), garantizando el robo de sus tierras ancestrales y provocó una marcha hacia Oklahoma en la cual murieron miles de nativos, y se le dio el nombre de “Sendero de Lágrimas”.
En 2016, Twitter desbordó de mensajes predecibles por parte de conservadores y tradicionalistas —por no decir también racistas—, quienes vieron la decisión como una afrenta desde las fuerzas que llamaban «políticamente correcto».
También de tuits a favor de la inclusión de la exesclava. Un historiador comentaba en Huffington Post: “En 2016, Estados Unidos se enfrenta a graves problemas relacionados con la pobreza, la desigualdad y el racismo. La llegada de Harriet Tubman en el billete de 20 dólares no resolverá estos problemas. Su propósito es presentarse como un símbolo vívido y poderoso de libertad, igualdad e inclusión. Depende de nosotros los ciudadanos hacer uso de él”.
Sin embargo, entonces, el candidato a la presidencia por el Partido Republicano, Donald Trump, dijo en 2016 que se oponía a la decisión que honraba a Tubman; lo llamó «pura corrección política». Rechazar la medida ya era todo un insulto tanto a las mujeres como a la población afroamericana, y lo multiplicó sugiriendo que Harriet Tubman debía estar en el billete de dos dólares, descontinuado en el sistema monetario estadounidense.
Lo real ahora es que el actual secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el pasado miércoles 22 de mayo que los planes para remplazar el retrato de Andrew Jackson en el billete de 20 dólares por la líder abolicionista Harriet Tubman están en espera hasta por lo menos el año 2026.
Mnuchin fue cuestionado por la legisladora demócrata de Massachusetts Ayanna Pressley, quien le dijo: “el pueblo estadounidense entiende la importancia de la representación en los billetes de la economía más poderosa del mundo. … ¿Apoyas a Harriet Tubman en el billete de $20?”, y el cantifleo llegó como respuesta: “No he tomado ninguna decisión ya que se refiere a que esa decisión no será tomada, en, como he dicho (…) hasta el año 2026 probablemente”.
La representante le recordó que hubo un proceso comunitario nacional, a lo que Mnuchen argumentó: “otra vez, es una decisión de la Secretaría de Hacienda. Ahora mi decisión se centra en funciones de seguridad”, refiriéndose a que no pudieran ser falsificados…
En todo esto también hay una verdad, Andrew Jackson es un presidente admirado y quizás hasta el favorito de Donald Trump. Algunos historiadores afirman que Jackson tenía un carácter arrogante y difícil…