El mayor programa de armas ruso es el misil Bulava (RSM-56, según la clasificación de la OTAN) que podría acabar con las ciudades estadounidenses, escribe Logan Nye, autor del artículo de la revista We Are The Mighty. El columnista agrega que Estados Unidos no puede permitirse el lujo de que este proyecto tenga éxito.
Estos misiles con ojivas nucleares pueden volar a más de 8.000 kilómetros del submarino de clase Borei que los lanza, observa el autor.
«Eso es suficiente para que el misil, disparado por un submarino desde la costa sur de Brasil, impacte en cualquier parte de la costa este de Estados Unidos. Y cuando impacta, impacta fuerte. Las estimaciones de su potencia varían, pero se cree que tiene entre 6 y 10 ojivas de objetivos independientes. Y cada ojiva tiene un rendimiento de 100-150 kilotones», comenta Logan Nye.
Cada una de las ojivas, según el periodista, es capaz de destruir una ciudad y cada submarino lleva entre 12 y 16 misiles.
Además, el misil es capaz de frustrar las defensas antimisiles.
«Una receta de la destrucción absoluta. Cada submarino es capaz de destruir 72 objetivos del tamaño de una ciudad», advierte el autor.
Sin embargo, el periodista estadounidense espera que el Bulava esté sobrevalorado y, en realidad, no funcione como se anuncia.
«Pero como los misiles han tenido pruebas exitosas y pueden destruir regiones enteras de Estados Unidos, podría ser lo último que millones de estadounidenses verían si ocurriera un intercambio de disparos nucleares entre Estados Unidos y Rusia», concluye.
Las autoridades rusas reiteraron en numerosas ocasiones que las nuevas armas de Rusia no amenazan a nadie y que la doctrina militar del país tiene un carácter exclusivamente defensivo.