Hasta ahora se han reportado 34 personas heridas.
Días después de la divulgación de los resultados de las elecciones del pasado 20 de octubre en Bolivia, persisten los bloqueos de las vías y llamados a paro en protesta por la reelección del presidente Evo Morales.
El sector opositor, que aduce que hubo «fraude», se ha mantenido por una semana en las calles de Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Potosí, Beni y Chuquisaca, además de algunas zonas de La Paz, y ha bloqueado accesos para pedir que se repitan los comicios.
En respuesta, quienes apoyan a Morales han tratado de liberar algunas zonas de barricadas y también han cortado en tránsito las vías de Potosí-Sucre y en la ruta entre Santa Cruz y Cochabamba, según el diario La Razón.
En La Paz se presentaron enfrentamientos entre manifestantes que han sido dispersados por la Policía, que ha tratado de recuperar la circulación por los principales corredores viales.
Por su parte, el presidente Morales tiene previsto celebrar su victoria en la ciudad de El Alto, según lo anunció su vicepresidente, Álvaro García Linera.
Responsabilidades de la violencia
Más temprano, el vicepresidente responsabilizó al excandidato presidencial opositor, Carlos Mesa, de los actos de discriminación y de racismo de grupos de choque en las calles de algunas ciudades bolivianas en contra de quienes no han acatado el llamado a paro. «No venga a ensangrentar al pueblo boliviano, no venga a hacer perseguir a trabajadores humildes», pidió el funcionario.
Ante este señalamiento, Mesa negó que tuviera responsabilidad en las acciones, calificadas como golpistas, y llamó a mantener la paralización de las actividades.
En los hechos de violencia, según la Defensoría del Pueblo, han resultado 34 personas heridas y 18 detenidas en todo el país.
Según datos de la vicepresidencia, el llamado a paro ha causado pérdidas diarias por 20 millones de dólares solo en la provincia de Santa Cruz.
Desconocimiento de los resultados
Con 100% de las actas verificadas, Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS), obtuvo 47,08% de los votos, mientras que Mesa, del partido conservador Comunidad Ciudadana, logró el 36,51%. Dado el margen de más de 10 puntos porcentuales, que representan 648.439 votos, el mandatario logró la victoria sin necesidad de realizar una segunda vuelta.
Mesa ha catalogado estos resultados de «fraude» y acusa al Tribunal Supremo Electoral (TSE) de poco confiable, tras la suspensión de la transmisión de los Resultados Electorales Preliminares (TREP) cuando el conteo había alcanzado un 83,7 % del total. Tras reanudarse, el propio organismo difundió el resultado preliminar dando como ganador a Morales en primera vuelta.
El canciller de Bolivia, Diego Pary, explicó en una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, la semana pasada, que los resultados del TREP son de carácter técnico y no vinculante, a diferencia del cómputo oficial. Por ello, al llegar a 80 % de la transmisión, se decidió hacer una pausa debido a que el porcentaje restante correspondía al voto rural, sobre el que no pueden obtenerse cifras inmediatas.
Ante la petición de las misiones de observación electoral de la OEA y la Unión Europea, se reinició con el sistema de resultados preliminares el lunes.
Sin embargo, ante los señalamientos de la Misión Observación Electoral de la OEA, el Gobierno boliviano se comprometió a realizar una auditoría de los resultados en los próximos días y pidió la presencia de ese organismo internacional para constatar que el escrutinio de las actas «una a una».