La saturación del sistema sanitario en ese estado de EE.UU. genera muertes por la inexperiencia de médicos residentes empujados a trabajar en la emergencia.
La avalancha de pacientes con covid-19, muchos en estado crítico, ha generado la saturación del sistema sanitario en Nueva York, Estados Unidos. Los médicos terminan siendo insuficientes y se recurre a doctores que todavía no tienen la experiencia necesaria para poder desenvolverse dentro del marco de una emergencia como la generada por la pandemia de coronavirus.
Hay varios casos, como por ejemplo el que se desprende de una publicación de The Wall Street Journal, que cuenta la experiencia traumática de un médico residente que por no saber cómo preparar y conectar correctamente un respirador, terminó por ocasionarle un paro cardíaco a una paciente de 60 años infectada con coronavirus y que falleció a causa del error.
Son médicos de familia, dentistas y hasta psiquiatras los que quedan al cuidado de pacientes críticos, sin que estos estén capacitados para atender casos complicados que requieren de mucha experiencia.
Los jóvenes inexpertos pueden estar destinados al sector de emergencias o tener que trabajar en cuidados intesivos.
Según informa el medio estadounidense, en el Montefiore Medical Center, donde estaba internada la mujer que falleció, los médicos residentes quedan a cargo de pacientes de 65 años o más, mientras que los más experimentados atienden a las personas más jóvenes que tienen más posibilidades de sobrevivir.
En el Hospital Elmhurst de Queens, uno de los más afectados de la ciudad de Nueva York, 44 médicos residentes firmaron una carta que enviaron al director ejecutivo de la Corporación de Salud y Hospitales de la localidad, el Dr. Mitchell Katz, a quien le comunicaron que se sentían desesperados por el nivel de atención que podían brindar, y algunos mencionaron que tenían pensamientos suicidas. La carta decía textualmente: «Como aprendices estamos horrorizados y asustados, paralizados por sentimientos de impotencia y culpa».
Katz respondió que «están aprendiendo cosas sobre cómo es el tratamiento en condiciones de batalla«. Además, les confesó que «no es una lección que quisiera que aprendieran, pero lo que tomen de esta experiencia influirá para siempre en el tipo de médico que serán».