Es conocido el “delirio de persecución” que sufren muchas de las personas que se mueven en el mundo de la delincuencia, y eso es precisamente lo que padece el narcoestafador Gerardo Sánchez, alias “Voz Solidaria”, quien cree ser “espiado” hasta por la misma gente que llama “amigos”.
Ese delirio persecutorio se le ha convertido en paranoia, por lo que tiene ideas obsesivas como las presentadas desde hace más de una década en contra de la Policía Nacional, el Ejército de Nicaragua y algunos de sus altos mandos y, últimamente, con personal de Nicaleaks, a los que señala por exhibir su faceta de criminal empedernido.
Gerardo Sánchez cree desde hace tiempo -es una idea fija-, que las autoridades de Nicaragua lo quieren asesinar, lo que obviamente es producto de su mente enferma que elucubra ideas absurdas, ya que en 2015 fue capturado, condenado a 15 años y puesto en libertad en poco tiempo por pura benevolencia sandinista.
Cree que media Nicaragua lo espía
Tras haber confesado que una banda de delincuentes que dirige asesinó el 1 de octubre pasado a una muchacha policía de solo 20 años de edad, si cae otra vez preso de seguro no serán tan generosos con él.
¿El colmo de la paranoia del narcoestafador Gerardo Sánchez?, acusó a compinches de la ex Contra, exGN, y a otros de la “oposición cívica”, de estar supuestamente pasando información al Ejército de Nicaragua.
En conversación con el criminal somocista Roberto Amador, el estafador “Voz Solidaria” le comentó que la “oposición cívica” estaba “saturada” de agentes de información, lo mismo que los partidos políticos en Nicaragua, incluso ambos llegaron a afirmar que algunos de esos miembros de la ex Contra habían participado en la muerte de cabecillas.
En sus ínfulas de querer aparentar habilidad en cuestiones de inteligencia militar, el embaucador le aseguró al ex piloto GN que entre las filas del grupo virtual Coordinadora Guerrillera cuentan con ex oficiales del Ejército de Nicaragua y sandinistas que les filtran información, lo que supuestamente constituye una gran fortaleza para ellos ante sus rivales de las FDC-380, otro presunto grupo armado con el que se disputan la consecución de financiamiento entre sus reclutas.
Esta es una parte de la conversación entre el narcoestafador y asesino Gerardo Sánchez, y el piloto criminal somocista Roberto Amador: