¿Qué se hizo en 2018 el ejército de Gerardo Sánchez?

En 2018, el «ejército» que decía tener Gerardo Sánchez Montalbán (inserto) para derrocar al gobierno sandinista, se quedó acuartelado en su computadora, donde lo creó.

Los reclutas somocistas del narcoestafador Gerardo Sánchez Montalbán, alias “Roberto Palacios”, “Voz Solidaria” y “Cindy Lauper”, creyeron a pie juntillas que existía un ejército de más de diez mil hombres que respondería al mando del embaucador para tumbar el gobierno del comandante Daniel Ortega en cuanto él se lo pidiera.

Pero en 2018, cuando el gobierno de Estados Unidos y sus siervos locales decidieron que había llegado la hora del derrocamiento, no vimos a ese ejército por ningún lado. ¿Dónde estaban esos fieros guerreros, tan publicitados por el narcoestafador?

Es obvio que esas “entrenadas” fuerzas bélicas del “comandante Roberto Palacios” no fueron llamadas al combate contra el pueblo de Nicaragua, y se quedaron acuarteladas en la computadora del narcoestafador Gerardo Sánchez, donde las crearon.

 

¿De dónde salió el narcoestafador?

Y a todo esto, ¿de dónde surgió Gerardo Sánchez Montalbán? El retorno del comandante Daniel Ortega al poder en 2007, hizo renacer muchas esperanzas en el pueblo pobre, pero a la vez despertó la ambición de muchos somocistas que se lucraron con la criminal guerra impuesta a Nicaragua por Estados Unidos en los años 80 del siglo pasado, y que abrigaron la ilusión de verse otra vez bañados de dinero por el imperio del mal.

Se formaron grupos antisandinistas en varios países, donde los exGN y los somocistas habían huido, sobre todo Estados Unidos y algunos en Costa Rica, aunque una parte se organizó en Nicaragua en forma de una “sociedad civil” conformada principalmente por ONG financiadas desde Norteamérica y Europa.

Hubo vivianes como el narcoestafador y asesino confeso Gerardo Sánchez, que no alcanzó en la nueva repartición de dólares, pero no se quedó de brazos cruzados y apuntó su codicia hacia los que estaban recibiendo financiamiento o decían tenerlo, y hacia los somocistas, cuyo odio volvió a alborotarse con el retorno del FSLN al poder.

Encontró a su alter ego

Franco Sequeira es un personaje que se acercó al narcoestafador, interesado principalmente en desenmascararlo ante la gente que el embaucador había logrado contactar y convencer, a fin de que le dieran dinero para su cruzada antisandinista y el ejército que se sacó de la manga de la camisa.

Sequeira fue un nuevo y repentino contacto del estafador, un vivián somocista, igual que Gerardo Sánchez, que vivía del antisandinismo y operaba desde Miami.

Al igual que otros, desconfiaba del narcoestafador y trató de demostrarle que sabía mucho más que él, de todo. Incluso lo puso contra la pared al consultarle si es él quien aparece en una foto con ex fundadores de la Policía Sandinista, obligándolo a soltar una respuesta sin sentido.

Un par de desequilibrados y ambiciosos

Como es conocido, Gerardo Sánchez buscó acercamiento con diferentes organizaciones sandinistas a fin de sacarles dinero o aparentar tener amigos en ellas para obtener beneficios.

Sequeira le dijo que la gran mayoría de las informaciones que tenía de la banda “Coordinadora Guerrillera Nicaragüense” (CGN), era que vivían en conflictos, lo que provocaba serias diferencias y que el principal obstáculo para la “unidad” era un tal Gerardo Sánchez.

Aunque el facineroso se le identificó como Gerardo Sánchez y se trató de defender con su acostumbrada labia, Sequeira le manifestó que, para sacar su conclusión, había pedido a sus contactos una foto del estafador “para hacer un perfil sicológico de su persona”. De loco a loco.

Este es un trozo de la conversación sostenida por estos dos sujetos, muy similares en cuanto a ambiciones y desequilibrio mental:

 

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