Desde el Partido de los Trabajadores denunciaros actos de intimidación.
La campaña en Brasil entró en su recta final, de cara a las elecciones del próximo domingo, en las que se definirá el próximo presidente. Luiz Inácio Lula da Silva buscará su tercer mandato frente al ultraderechista Jair Bolsonaro, que aspira a su reelección. A 72 horas del ballottage, los simpatizantes del líder del PT advirtieron de la escalada de violencia por parte de los simpatizantes del actual presidente.
La campaña en Brasil entró en su recta final, de cara a las elecciones del próximo domingo, en las que se definirá el próximo presidente. Luiz Inácio Lula da Silva buscará su tercer mandato frente al ultraderechista Jair Bolsonaro, que aspira a su reelección. A 72 horas del ballottage, los simpatizantes del líder del PT advirtieron de la escalada de violencia por parte de los simpatizantes del actual presidente.
Humberto Costa, ex ministro de Salud de Lula y actual senador, compartió en Twitter un video en el que se observa cómo un grupo de bolsonaristas irrumpe en una manifestación de adherentes de Lula. En autos, los seguidores del auto pasan por el acto del PT y provocan a los manifestantes.
Costa, que preside la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, advirtió antes de la primera vuelta del pasado 2 de octubre que «estamos viviendo un clima de mucha tensión». A fines de septiembre, en forma premonitoria, manifestó que «van a ser tiempos muy difíciles», porque «Bolsonaro desistió de ganar las elecciones por medio del voto, por eso crea todas las dificultades posibles, va a promover tumultos y movilizar su base social para hacer lío».
Hace dos días, un grupo de bolsonaristas atacó a huevazos un acto del PT en Río de Janeiro del que participaba la senadora Simone Tebet, tercera en la primera vuelta, y que adelantó su apoyo a Lula.
Por su parte, el pasado domingo, el exdiputado Roberto Jefferson, aliado de Bolsonaro, se atrincheró en su casa para evitar su detención. Aficionado a las armas, resistió a los tiros: hizo al menos 50 disparos y dos agentes resultaron heridos por la explosión de una granada. «El gobierno del odio tiene que terminar», advirtió Costa en su tuit.