Las protestas se dieron al día siguiente de que el presidente saliente, Jair Bolsonaro, autorizara la transición con el equipo de Lula, sin mencionar no obstante la derrota ni felicitar a su adversario. Sobre los cortes en autopistas, el actual mandatario pidió que se despejen los piquetes.
Miles de bolsonaristas se congregaron este miércoles frente a cuarteles de las principales ciudades de Brasil para pedir una intervención militar frente al triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las urnas.
Las protestas se dieron al día siguiente de que el presidente saliente, Jair Bolsonaro, autorizara la transición con el equipo de Lula, sin mencionar no obstante la derrota ni felicitar a su adversario. Los seguidores del ultraderechista estaban concentrados ante el comando militar del sudeste, en la ciudad de Sao Paulo.
Al grito de «Yo autorizo» e «¡Intervención federal ya!» pedían la actuación de las fuerzas armadas contra la derrota de su líder en la segunda vuelta del domingo. Bolsonaro logró el 49,1 por ciento de los votos, frente a 50,9 por ciento de Lula.
«No reconocemos el resultado de la elección porque sabemos que fue fraudulento», dijo Rodrigo Mata, de 41 años. Este comerciante defendió una intervención «para que el país no se vuelva comunista».
Las protestas se registraban también en la capital, Brasilia, con miles de manifestantes frente al cuartel general. «¡Resistencia civil!», gritaban los bolsonaristas.
En el centro de Rio de Janeiro, una marea verde y amarilla cantaba bajo la lluvia «Lula, ladrón, tu lugar es la prisión». Celebraban también que el juez de la corta suprema Alexandre de Moraes, al frente de varias investigaciones contra Bolsonaro, había sido detenido, una información falsa que circulaba por las redes.
Marchas sin apoyo del gobierno
Las protestas no encontraron hasta el momento ningún apoyo oficial. El vicepresidente saliente, Hamilton Mourao, dijo en una entrevista con el diario O Globo que el bolsonarismo «perdió el juego» y que «de nada sirve llorar».
Bolsonaro ha intentado durante su administración convertir a las fuerzas armadas en un soporte político. Sin embargo, los expertos han descartado toda maniobra antidemocrática proveniente de los cuarteles.
«Es improbable que las protestas sigan creciendo. A pesar de haber sido una elección muy ajustada, las élites brasileña e internacional ya felicitaron a Lula», dijo André César, que vaticinó que las protestas de este miércoles, feriado en Brasil, se irán «agotando» con el paso de los días.
En el país, los bloqueos de carreteras por parte de bolsonaristas se mantenían por tercer día consecutivo, aunque con tendencia a reducirse. La policía federal de carreteras (PRF) reportó 150 que afectaban a 15 estados de Brasil, en un balance publicado cerca del mediodía del miércoles. Por la mañana la cifra ascendía a 167
El número de cortes cayó después de que Bolsonaro prometiera el martes «cumplir la Constitución», en su primer pronunciamiento desde la derrota. Bolsonaro mantuvo al país en vilo durante dos días al guardar silencio tras perder en el balotaje. Sus críticos le acusan de haber estimulado así la proliferación de actos de protesta. Este miércoles, en tanto, Bolsonaro insistió en liberar las autopistas-
El mandatario pidió que las manifestaciones sean pacíficas y aseguró que sus seguidores «no pueden aplicar los mismos métodos que los de la izquierda» perjudicando «el derecho de ir y venir», pero las justificó al atribuirlas a un sentimiento de «injusticia» por el proceso electoral. En las redes, grupos bolsonaristas interpretaron el mensaje de Bolsonaro como un impulso a mantener las movilizaciones.
Dispersión de manifestantes
La policía brasileña recurrió a la fuerza este miércoles, con el aval del Supremo Tribunal Federal que ordenó el uso de «todas las medidas necesarias» para el desbloqueo de caminos.
En San Pablo, la tropa de choque de la policía militar dispersó con bombas de gases lacrimógenos a decenas de manifestantes y camiones que dificultaban la circulación en la principal carretera que conecta ese estado con la región centro-oeste del país. La PRF informó además que hasta el miércoles había dispersado 631 manifestaciones.
Los bloqueos han provocado trastornos en la movilidad, inclusive en el acceso al principal aeropuerto del país en Sao Paulo, Guarulhos, que hasta este miércoles debió cancelar 48 vuelos debido a las manifestaciones, confirmó la asesoría de prensa de la concesionaria.
La Confederación Nacional de la Industria advirtió el martes de un «inminente riesgo de desabastecimiento y falta de combustibles», en caso de que las carreteras no fueran rápidamente desbloqueadas.