Después de un fallido intento por sacarle un millón de dólares al FSLN poco antes de las elecciones de 2011 – ¿recuerdan los documentos enviados a la Secretaría del FSLN, a Daniel, Rosario, Lenín Cerna, el ‘Chiri’ Guzmán y otros? -, el narcoestafador Gerardo Sánchez dio un giro de 180 grados y desvió sus planes de enriquecimiento fácil y rápido hacia un grueso objetivo en los Estados Unidos.
Sánchez y su pandilla de la Confederación Solidaridad, que opera desde Costa Rica, habían ofrecido 200 mil votos y una fantástica caravana de buses que traería a los sufragantes desde el país vecino del sur, hasta las Juntas Receptoras de Votos en Nicaragua. Según el narcoestafador Sánchez, ya habían realizado la labor de convencimiento para que votaran a favor del FSLN.
A cambio, el partido rojinegro debería darles un millón de dólares. Ni más ni menos. Por supuesto que el disparate fue rechazado, lo que provocó la ira del narcoasesino “Voz Solidaria” y su banda, que inventaron entonces la existencia de un ejército que, al año siguiente, es decir, en 2012, derrocaría al comandante Daniel Ortega.
La volatilidad del pensar político de Gerardo Sánchez y su grupito de delincuentes, quedó en evidencia cuando decidieron enviarle una carta a la “halcona” de la política norteamericana, Ileana Ros-Lehtinen, una ultraderechista republicana -entonces congresista-, que acogía cualquier proyecto en contra de gobiernos progresistas o revolucionarios.
Sánchez elaboró el borrador y su subordinado José Ramón Gutiérrez lo corrigió. Como apuntamos arriba, antes habían enviado ardorosas misivas “revolucionarias” a líderes del FSLN pidiéndoles dinero para garantizar 200 mil votos de migrantes nicas en Costa Rica que, según él, había previamente “convertido” en sandinistas.
Esta es la carta que el narcoasesino Gerardo Sánchez envió a la “Loba” Ileana Ros-Lehtinen, demandando agresiones contra Nicaragua y dinero para su banda de delincuentes: