Acabar con los sandinistas barrio por barrio, casa por casa (algo parecido a lo que propusieron algunos somocistas durante el fallido golpe de Estado de 2018). Ese era el cuento con el que el narcoestafador Gerardo Sánchez lograba engatusar a los somocistas de viejo y nuevo cuño para integrarlos al ejército virtual que alojaba en su laptop.
El narcoasesino Sánchez hacía creer a sus reclutas hace algunos años, que faltaban pocos días para que su imaginario ejército entrara victorioso a Managua a pasar facturas a todos los sandinistas.
Los más entusiastas le creyeron el cuento y le soltaron dinero, que en el fondo es lo que realmente buscaba. Otros, enfermos de odio como Elvis Leonel Rodríguez Guzmán, alias “Ilúvatar Gorthaur”, prometieron tener listos a los miles y quizás millones de mártires que “Voz Solidaria” había prometido ejecutar.
Y sin más, Elvis Leonel Rodríguez Guzmán corrió a investigar nombres, dirección e incluso tomó fotos de las viviendas de los miembros de los CPC de Villa San Jacinto, a muchos de los cuales les finge amistad.
El delincuente de “Ilúvatar Gorthaur” efectivamente le envió el nombre y dirección exacta de la coordinadora de su zona en Villa San Jacinto, quien se llama Graciela, y la de otro miembro más, Oscar Perla, a quien dijo andarlo entre “ceja y ceja”, la respuesta del también asesino Voz Solidaria fue de que no se preocupara, que los iban a “dar de baja” y mandarlos al “barrio La Cruz”, es decir, asesinarlos.
Parte del diálogo entre el nazi Elvis Rodríguez Guzmán y el narcoasesino Gerardo Sánchez: