La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, sostuvo que el mandatario abrigaba a los implicados del movimiento que denominó como golpista
El Partido de los Trabajadores (PT), del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes que el mandatario Jair Bolsonaro es cómplice de los grupos que promovieron incidentes en Brasilia durante la oficialización de Lula como futuro presidente.
«El desorden en Brasilia tenía pinta de ser algo profesional y es muy extraño que nadie haya sido preso», expresó en sus redes sociales la diputada Gleisi Hoffmann, presidenta el PT y miembro del equipo nombrado por Lula para la transición de Gobierno. Hoffmann aludió a los graves disturbios provocados la noche de este lunes en la capital por decenas de bolsonaristas, en protesta por la detención de un activista de ultraderecha, pedida por la fiscalía general y ordenada por un juez de la Corte Suprema.
El detenido fue identificado como José Acácio Serere Xavante, un pastor evangélico que se presenta como «líder indígena» y que había participado en protestas contra el proceso electoral que se suceden desde que se confirmó la victoria de Lula en las urnas, el pasado 30 de octubre. Esas manifestaciones se concentran a las puertas de cuarteles del Ejército y demandan una intervención militar que mantenga en el poder a Bolsonaro e impida la investidura de Lula, prevista para el próximo 1 de enero.
La protesta por la detención del activista de ultraderecha tuvo episodios de violencia y trece vehículos fueron quemados total o parcialmente por grupos identificados con Bolsonaro. Los manifestantes también derribaron señales viales y quemaron papeleras en los alrededores de una zona hotelera donde se hospeda Lula, quien horas antes había recibido el diploma que acredita su victoria en las elecciones de octubre.
Según sostuvo Hoffmann, Bolsonaro es cómplice del movimiento «golpista». «¿Cómo puede el presidente de la República abrigar a los implicados?», preguntó la presidenta del PT, en alusión a encuentros que el líder de la ultraderecha tuvo en los últimos días a las puertas de su residencia oficial con algunos de los grupos que desconocen el resultado de las elecciones de octubre pasado. “Ya es hora de desmovilizar los frentes de cuartel, no hay nada de libertad de expresión, solo golpe de Estado.», agregó Hoffmann.