En las tres votaciones que se celebraron este martes Kevin McCarthy no logró obtener los 218 votos necesarios.
La Cámara de Representantes de EE.UU. decidió este martes aplazar un día la cuarta votación para elegir a su nuevo presidente, después de tres rondas fallidas. Si bien el Partido Republicano cuenta actualmente con mayoría en el organismo, se trata de la primera vez en 100 años que la Cámara Baja del Congreso estadounidense no logra elegir a su jefe de una sola votación. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
En las elecciones de medio término que se celebraron el pasado noviembre, el Partido Republicano logró 222 escaños, mientras que los demócratas obtuvieron 213 escaños, si bien ahora cuentan con 212. Ese mismo mes, Kevin McCarthy obtuvo la mayoría de los votos republicanos en una reunión a puerta cerrada para liderar el partido en la Cámara de Representantes.
Brecha en el partido
Sin embargo, en las tres votaciones que se celebraron este martes, McCarthy no logró obtener los 218 votos necesarios, es decir el 50 % más uno, para convertirse en el presidente del organismo. Así, en la primera votación el legislador obtuvo 203 votos, mientras que 19 republicanos votaron por otros miembros del partido. El resultado de la segunda votación fue de 203 votos para McCarthy y 19 para Jim Jordan. En la tercera ronda de votación, McCarthy obtuvo solo 202 votos, mientras que 20 miembros de su partido se pronunciaron a favor de Jordan.
Mientras tanto, los demócratas cerraron filas en torno al nuevo líder de su partido, Hakeem Jeffries, quien recabó todos los 212 votos de los miembros de su formación presentes en la Cámara Baja del Congreso.
«Ni suficientemente conservador ni suficientemente duro»
Este martes, McCarthy solo podía permitirse perder el voto de cuatro miembros de su partido, pero ya antes de la votación se enfrentó a un grupo de legisladores conservadores partidarios de Donald Trump que consideran que «no es ni lo suficientemente conservador ni lo suficientemente duro para luchar contra los demócratas», argumenta AP. «El grupo ha utilizado su influencia en la mayoría republicana para obtener concesiones», escribe Bloomberg.
Según la agencia, McCarthy ya ha cedido a varias de sus exigencias, incluida la de facilitar el derrocamiento del presidente en ejercicio, pero hasta ahora sus esfuerzos no han sido suficientes.
Un legislador republicano afirmó a BBC que McCarthy «no ha hecho amigos con ciertos segmentos de la facción durante un tiempo, ha hecho un montón de enemigos» y no le gusta a ciertas personas «por razones políticas y personales». También declaró que el hecho de que el legislador estuviera intentando negociar con los miembros del partido «le hizo verse muy, muy débil, hasta el punto de parecer desesperado».
Asimismo, el republicano Matt Gaetz afirmó, supuestamente antes de la votación, que no le importaba si la cámara elegía al demócrata Hakeem Jeffries como presidente en lugar del legislador republicano, según lo reveló McCarthy en declaraciones a la prensa.
Entre otras cosas, los problemas de McCarthy se complican por «el espectáculo político en el que está implicado […] George Santos, el republicano de Nueva York que ha admitido que se inventó gran parte de su currículum, incluido que se graduó en la universidad y trabajó para Goldman Sachs Group Inc. y Citigroup», señala Bloomberg.
¿Qué pasará a partir de ahora?
Este miércoles, la cámara volverá a reunirse y celebrará una cuarta votación. Antes de esta nueva ronda, el expresidente de EE.UU., Donald Trump, instó a los republicanos a votar a favor de la candidatura de Kevin McCarthy como nuevo presidente del organismo. «Republicanos, no conviertan un gran triunfo en una gigantesca y vergonzosa derrota. Es hora de celebrar, se lo merecen. Kevin McCarthy hará un buen trabajo, y puede que incluso un gran trabajo. ¡Ya lo verán!», escribió Trump en su cuenta en Truth Social.
Si los republicanos desoyen el llamamiento de Trump y la votación se prolonga durante varios días, los miembros de la Cámara pueden cambiar las reglas de elección, aprobando una resolución que permita a quien obtenga una mayoría simple de votos convertirse en presidente, independientemente de las ausencias o de las abstenciones.
Por su parte, Reuters escribe que un estancamiento dejaría a la cámara paralizada en gran medida y podría obligar a los legisladores a considerar otro candidato republicano.
Otros candidatos
Jordan «está ampliamente considerado como el principal conservador de la Cámara, pero ganar la presidencia sería un listón increíblemente alto para él por multitud de razones», sostiene The Hill. Además, el propio representante para Ohio instó a otros republicanos a unirse en torno a McCarthy.
Además de Jordan, Steve Scalise podría considerarse como una posibilidad, indica Reuters. The Hill señala que Scalise «es visto como la segunda opción natural para convertirse en el presidente» de la Cámara de Representantes. Según el periódico, Scalise «tiene la estructura necesaria para acceder a la presidencia, incluyendo un esfuerzo de recuento de votos que ha estado funcionando durante años y un aparato de recaudación de fondos de primer nivel».
Sin embargo, el republicano Don Bacon puso en duda que Scalise pudiera ganar la presidencia del Congreso. «[McCarthy y Bacon] representan mucho de la misma ideología, y han construido este equipo juntos», argumentó.
Otro republicano que podría convertirse en el presidente de la cámara es Patrick McHenry, que, sin embargo, «ha dejado claro durante meses que no quiere saber nada de este trabajo», explica el periódico.
- La última vez que se celebró más de una votación para elegir al presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. fue en 1923, cuando se necesitaron nueve votaciones para nombrar a Frederick Gillet.