En respuesta al discurso del presidente Daniel Ortega del 19 de julio en Managua sobre el incumplimiento de Colombia al fallo de La Haya de 2012, que ordena la devolución a Nicaragua de más de 75 mil kilómetros cuadrados de mar Caribe, el mandatario colombiano Gustavo Petro indicó que hablarán con su par nicaragüense “sobre cómo estos nuevos fallos de la Corte deben prevalecer para que los pueblos del Caribe y raizales en el suroccidente del mar puedan tener el derecho a la pesca sin ser molestados».
Y como había anticipado el comandante Daniel Ortega el 19 de julio, de inmediato saltaron los representantes de la derecha más recalcitrante de Colombia, en este caso encabezados por el corrupto expresidente Iván Duque, quien dejó claro que su país no debe tener ningún acuerdo diplomático con Nicaragua.
El nacionalismo a ultranza de la derecha colombiana es secundado por los grandes medios de comunicación, tal es el caso del diario El Tiempo que, aunque aplaude el reciente fallo de La Haya, el 13 de julio pasado porque “cerró la puerta a nuevas pretensiones de Nicaragua”, hace suyas las declaraciones de rechazo al cumplimiento del primer fallo de 2012 y el segundo de 2022, cuando la Corte Internacional de Justicia ratificó la victoria de nuestro país y condenó el incumplimiento colombiano.
El Tiempo señala que, aunque Petro dijo que hablaría con el presidente Ortega sobre los derechos de los raizales, agrega que “desde diversos sectores se advierte que abrir la puerta de la diplomacia desbordaría ese cálculo inicial. Ese fue el sentido de la advertencia que lanzó este mismo jueves el expresidente Iván Duque”. Es decir, quieren seguir actuando como un país al margen de la ley, que cumple lo que les conviene y rechazan lo que no les gusta.
El Tiempo se aferra al mismo asidero de los exmandatarios y políticos colombianos que consideran que las aguas del Caribe nicaragüense siguen siendo suyas. No se contentaron con que la CIJ les entregó las islas y cayos que pertenecían a Nicaragua por estar frente a nuestras costas desde siempre.
El diario de marras indica: “Se trataría, de concretarse, del primer paso diplomático de un gobierno colombiano por lograr un acuerdo con el régimen de Managua desde el 2012, cuando un fallo de la Corte Internacional de La Haya le cedió a Nicaragua cerca de 75 mil kilómetros cuadrados de mar colombiano, en un polémico fallo que el Gobierno Nacional se ha negado a cumplir en la medida en que, por orden de la Constitución, los límites territoriales solo pueden modificarse mediante tratados aprobados por el Congreso y revisados además por la Corte Constitucional”.
El cuento de Colombia para situarse como delincuente internacional, es repetido por El Tiempo y otros diarios colombianos: “… Colombia sigue ejerciendo presencia y soberanía sobre los 75 mil kilómetros cuadrados del Caribe afectados por el fallo del 2012, especialmente en materia de lucha contra el narcotráfico (la de San Andrés es una de las rutas más usadas por los narcos para sacar cocaína de Colombia hacia Norteamérica) y en materia de protección de la reserva de la biósfera Seaflower. Además, la Armada colombiana protege los derechos de pesca de la comunidad raizal de San Andrés”.
Si Colombia no fuera un país cuya moral ha sido permeada por el actuar del narcotráfico y la corrupción sin límites de la mayoría de sus políticos, no existirían afirmaciones como la de arriba, en donde flagrantemente confiesan que están usurpando territorio de Nicaragua con el apoyo de su Armada.
El Tiempo vuelve a citar a Duque, precisamente un exmandatario que estuvo ligado al narcotráfico, mismo que le ayudó a ganar la Presidencia: “Salen muy bravitos a dar discursos de soberanía y refundando la República, pero ya anuncian diálogos con el dictador de Nicaragua para que garanticen los derechos raizales. Que después no vengan con la pirueta de aplicar el fallo del 2012 cediendo territorio. El país debe estar atento y evitar la entrega a Ortega”, dijo el narco político.
El diario colombiano se ve forzado a poner, aunque en los últimos párrafos, las declaraciones de Fabián Cárdenas, experto en derecho económico e internacionalista de la Universidad Javeriana, quien indicó que la negociación con Nicaragua es viable, aunque recordó que en 2022 la Corte no le reconoció los derechos de pesca a los raizales colombianos en la zona económica exclusiva, no porque dicho derecho no pudiera existir, sino porque Colombia “no había logrado probar con suficiencia en su momento que esos derechos históricos de pesca existían”.
“Puede negociar para que, a las comunidades raizales, que son comunidades étnicas, se les pueda reconocer el ejercicio, más no el derecho, porque el derecho histórico ya lo tienen, de realizar pesca artesanal en la zona económica exclusiva de Nicaragua, que antes del fallo de 2012 era zona económica exclusiva de Colombia”, dijo.
No obstante, señaló que, así como Colombia, Nicaragua también podría exigir derechos similares sobre territorio colombiano. “Podrían pedir que las comunidades étnicas nicaragüenses que comparten estas características, es decir, pesca artesanal no industrial, puedan acceder a la zona económica exclusiva de Colombia”.