
* Los sistemas de guerra electrónica Vitebsk muestran una gran eficacia durante la operación militar especial y están siendo mejorados constantemente.
Cada día, los pilotos rusos realizan vuelos de combate en la zona de la operación militar especial, arriesgándose a quedar expuestos al fuego de los diferentes medios de la defensa antiaérea ucraniana, que van desde sistemas Patriot y S-300, hasta unidades portátiles como Stinger.
Tanto los aviones como los helicópteros disponen de varias defensas para contrarrestar estas amenazas (por ejemplo, contramedidas de infrarrojos o reflectores de dipolo), pero destacan unas defensas de guerra electrónica instaladas en diferentes modelos de helicópteros rusos, que los pilotos han bautizado como ‘huevos de la vida’.
Se trata de la nueva generación de los sistemas de defensa antiaérea Vitebsk, que está siendo utilizada activamente por las Fuerzas Aéreas rusas. Este complejo está diseñado para advertir a la tripulación de la irradiación de radar y láser de la aeronave, así como de los lanzamientos de misiles contra ella. Puede generar interferencias ópticas y electrónicas para proteger el helicóptero, creando una especie de nube con blancos falsos para los proyectiles disparados por el enemigo, que terminan desviándose de su objetivo inicial.
«El complejo recibió el nombre no oficial de ‘huevos de la vida’ debido a su forma: hemisferios en el fuselaje que se asemejan a la forma de los huevos de aves», señaló a Gazeta.ru el experto militar y piloto francotirador Nikolái Vostretsov. «Y también por las propiedades únicas de defensa del vehículo aéreo, que salvan la vida de los pilotos», agregó.
Por su parte, el coronel retirado Aleksánder Drobyshevskiy apuntó que existen diferentes modificaciones de Vitebsk: la versión L-370 se utiliza para helicópteros y la versión Vitebsk-25 para aviones. «En cuanto un misil de las Fuerzas Armadas ucranianas alcanza el objetivo, el complejo Vitebsk lo detecta, emite una señal y el misil se suicida», dijo.
Opciones de defensa
Rustem Abdulin, director del Instituto de Investigación Ekrán, explicó que los complejos de guerra electrónica que se instalan en las aeronaves se dividen en dos partes: el sistema de guerra radioelectrónica y el de guerra optrónica.
«El sistema de guerra radioelectrónica funciona con cabezas de guiado por radar y el sistema de guerra optrónica funciona con cabezas de guiado térmico», detalló en una entrevista al canal de televisión Zvezda.
Abdulin acentuó que los ‘huevos de la vida’ son un sistema de supresión electrónica que proporciona defensa contra los sistemas antiaéreos portátiles de tipo Igla o Stinger y que, junto con medios radioelectrónicos, suprimen tanto misiles aire-aire como misiles lanzados desde tierra.
A la pregunta de qué hace Vitebsk si se le lanza un misil, el experto respondió: «Nuestro trabajo es asegurarnos de que no haya lanzamiento de misil alguno». «Pero, por supuesto, si hay lanzamiento, trabajamos contra el misil», añadió.
Por su parte, Vladímir Butúzov, diseñador jefe del instituto Ekrán, destacó que el sistema Vitebsk no solo desvía misiles, sino también garantiza que este desvío ocurra a una distancia segura, para evitar que los helicópteros sean alcanzados por la metralla tras la explosión del misil.
Modificar para mejorar
Uno de los episodios que demostró la eficacia del sistema Vitebsk fue durante el desembarco de paracaidistas rusos en un aeropuerto cerca de Kiev, en los inicios de la operación militar especial.
Los paracaidistas fueros transportados en helicópteros Mi-8 equipados con Vitebsk y escoltados por una miríada de helicópteros de ataque. Más de tres años después de aquella hazaña, bautizada como el ‘desembarco de Gostomel’, Rusia desarrolla constantemente nuevos modelos de Vitebsk, mejorando sus características, para garantizar que los pilotos vuelvan con seguridad de sus misiones de combate con el paraguas de los ‘huevos de vida’.