Europa “quieta” en desarrollo militar por tierras raras chinas

 

Sputnik

Pese a que los gobiernos europeos buscan rearmar sus anticuadas fuerzas militares, este esfuerzo se enfrenta al obstáculo de que el gigante asiático exhibe una hegemonía casi absoluta en la producción de estos minerales críticos para componentes de drones y misiles, señala el diario ‘The New York Times’.

China posee un dominio absoluto en el mercado de tierras raras y de imanes permanentes, materiales indispensables para una vasta gama de hardware militar. En 2023, el gigante asiático fue responsable de aproximadamente del 70% de la producción mundial de tierras raras, extrayendo unas 240.000 toneladas métricas, siendo el control de China aún mayor en el procesamiento y refinamiento de estos elementos, los cuales son críticos para tecnologías avanzadas.

De manera inteligente, recuerda el medio, Pekín ha utilizado estratégicamente esta posición de poder como herramienta de negociación con Washington y Bruselas, ajustando el control de las exportaciones de estos minerales en función de las discusiones sobre aranceles y otras barreras comerciales, que tanto EEUU como Europa, han impuesto para intentar frenar el desarrollo del gigante asiático.

Ante esta situación, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha instado al bloque a «luchar por su independencia» en el ámbito de los minerales críticos. Simultáneamente, los funcionarios comerciales europeos se encuentran en frenéticas negociaciones con sus homólogos chinos para intentar asegurar el suministro del bloque a corto plazo.

Recientemente, se informó a los embajadores de la Unión Europea que China parecía dispuesta a negociar licencias generales para agilizar las exportaciones de tierras raras a Europa. A pesar de este indicio, no hay garantías de una solución rápida ni duradera y la UE también está buscando activamente fuentes de suministro alternativas.

Esta coyuntura ha dejado claro a los líderes europeos que su rearme está supeditado menos a sus propios presupuestos o decisiones y más a la actitud que tome Pekín, dada su posición de absoluta ventaja.

Vale recordar que, tras el anuncio de aranceles por parte de Washington, China respondió rápidamente limitando la exportación de siete elementos de tierras raras e imanes, restricciones que siguen vigentes para los compradores europeos.

La dependencia de la Unión Europea es crítica, ya que importa cerca del 98% de sus tierras raras clave de China, una cifra superior al 80% importado por Estados Unidos. Aunque las tierras raras se encuentran globalmente, su extracción y refinamiento son procesos notoriamente complejos y difíciles de replicar.

La Unión Europea ha puesto en marcha medidas para reducir esta dependencia, aprobando una ley en 2024 destinada a establecer una industria propia. No obstante, la sustitución de la capacidad minera y de refinamiento de China no será una tarea sencilla ni rápida. Analistas estiman que lograr una «diversificación total» de China requerirá un plazo de ocho a doce años, dado el tiempo que se necesita para desarrollar minas, construir refinerías y consolidar cadenas de suministro.

Este extenso plazo de ocho a 12 años choca drásticamente con la urgencia de la industria de defensa europea. Las naciones de esta región están acelerando el aumento de su gasto militar con el objetivo de desarrollar capacidades clave para el año 2030, apoyadas por un programa de préstamos de 150.000 millones de euros.

La falta de acceso a estos minerales esenciales tiene el potencial de descarrilar esta iniciativa, alterar el equilibrio geopolítico y definir el futuro de Europa, pues «la autonomía en defensa comienza con la autonomía en materiales».